Otra chica que se muda a Lavapiés

El barrio más multicultural del centro de Madrid tiene una nueva vecina: alegre, sensual y festiva. Así es este nuevo garito donde reina el buen rollo.
La Ochenta, con su bola de cristal en el techo.
La Ochenta, con su bola de cristal en el techo.
La Ochenta, con su bola de cristal en el techo.
Sus padres la ven así, como una más de las nuevas residentes que pueblan Lavapiés: sensual, cálida, alegre, festiva y que se pasea por la calle inundando de alegría a los vecinos con los que se cruza. La Ochenta es un novísimo garito (ocho meses abierto) del barrio más multicultural y, a la vez, más castizo de Madrid. El éxito de esta chica no viene por lo que dice, sino por cómo suena. Su banda sonora es la misma que la de las discotecas de los años ochenta y noventa (de ahí el nombre), juntándose una curiosa clientela de alternativos, treintañeros y ochenteros empedernidos.

Buen trato al cliente

Otro de sus secretos es su don de gentes. Le gusta ser la reina del cotarro. Su filosofía es intentar ofrecer siempre el mejor trato posible al público. «El buen rollo que hay entre el personal se transmite a los clientes, y ellos así lo entienden, pues nos lo hacen saber», explica una de sus responsables.

«Se consigue crear un ambiente muy especial. Es algo difícil de describir. No se puede contar. Lo mejor es venir y verlo», aconseja. Pues eso, a seguir la recomendación y a colocarse en la cola del garito, y quien no lo haga, que esté al loro, como hubiera dicho aquel antiguo maestro de la ochenta (de la década, claro).

Tomanota

La ochenta.

* Calle Sombrerería, 8. Metro: Lavapiés. De miércoles a sábado, de 22.00 a 3.00 horas. Entrada libre. Copas a 6 euros. Cervezas a 3 euros. Los viernes y sábados se forma una cola interminable en las horas punta. Uno de los alicientes es la labor del DJ residente, Nacho Morales, y sus mezclas imposibles. También hay exposiciones y proyecciones visuales. www.laochenta.net

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