En el conjunto de hospitales del sistema sanitario público de Asturias se han notificado un total de 81 casos graves confirmados de gripe, de los que 31 necesitaron ingreso en UCI y seis fallecieron. La última defunción se produjo en el área sanitaria VIII, en Langreo, y se trataba de una mujer de edad avanzada con enfermedad neurológica, según ha informado el Principado a través de una nota de prensa.

Según la Consejería de Sanidad, la onda epidémica de gripe parece haber alcanzado su máxima difusión e inicia el descenso en la quinta semana del año, según los datos recogidos por la Red de Médicos Centinela de Asturias.

La enfermedad afecta a cuatro de cada mil asturianos, lo que supone una tasa de incidencia claramente inferior a la de la semana anterior, y arroja una estimación de aproximadamente 4.000 consultas por gripe en los centros de salud.

Desde el Principado esperan que la incidencia del virus continúe descendiendo a lo largo de las próximas 6-8 semanas hasta volver al nivel basal. La evolución de la onda epidémica estacional de esta temporada continúa siendo similar a la de 2010-2011, en la que predominó el mismo virus pandémico.

Esta semana se ha reducido el número de nuevos pacientes hospitalizados con complicaciones derivadas de la gripe y "se espera que la aparición de casos graves siga disminuyendo rápidamente".

Los casos graves confirmados se dan con mayor frecuencia en personas de 25 a 64 años (64%) y, del total, el 64% presentaba algún factor de riesgo. El 81% de las personas afectadas por casos graves no estaban vacunadas.

La incidencia se reduce en todos los grupos de edad, excepto en el de 5 a 14 años, en el que se mantiene estable. El descenso es especialmente marcado en los menores de cinco años. El 0,9% de los casos presentaba alguna complicación en el momento de la consulta y un 0,4% se ha derivado al hospital.

Entre los casos notificados, el factor de riesgo más frecuente es el asma (5,5%), seguido de diabetes (1,6%) y el resto de enfermedades respiratorias crónicas (0,9%). En el 96,6% de los casos las personas afectadas por el virus no se habían vacunado.