Julie Cockburn se apropia de fotos de segunda mano para construir realidades alteradas

  • La artista inglesa, nacida en 1996, es una apropiacionista que busca imágenes usadas para bordarlas o deconstruirlas y crear ambientes cercanos al delirio.
  • Expone en Nueva York una colección de paisajes y retratos encontrados a las que ha desprovisto de su "ordinariez" original.
  • "Tengo una conversación con cada imagen e intento que me revele lo que tiene escondido en su interior", afirma.
"Paisaje con montaña", foto con bordados de Julie Cockburn
"Paisaje con montaña", foto con bordados de Julie Cockburn
© Julie Cockburn, Courtesy Yossi Milo Gallery, New York
"Paisaje con montaña", foto con bordados de Julie Cockburn

Julie Cockburn (Londres, 1996) va por el mundo en busca de fotos viejas y abandonadas por sus ya anónimos dueños. No todas le sirven a la artista para sus propósitos: deben tener un mensaje interior, un resto de vida o misterio, un secreto. Para encontrar esa dimensión no perceptible a primera vista, habla con las imágenes hasta que le revelan lo que palpita dentro de las dos dimensiones del papel fotográfico. Sólo entonces Cockburn se afana en transformarlas para que el mensaje sea visible para los demás.

Es un proceso laborioso, confiesa la artista, que expone en Nueva York la colección Slight Exposure (Exposición ligera) —hasta el 25 de febrero en la galería Yossi Milo—. "Tengo una conversación con cada imagen y tal vez añado lo que tiene escondido en su interior o ha perdido con el tiempo, lo no verbalizable", explica Cockburn, que exhibe individualmente por primera vez en los EE UU.

"Esperándome para que yo las completara"

Después del enfrentamiento con la foto, que consigue en tiendas de segunda mano, mercadillos, ventas virtuales por Internet o dónde el azar lo disponga, esta apropiacionista se dedica a destruir y reconstruir mediante bordados sobre las fotos o aplicando técnicas de collage. Cuando el trabajo ha acabado, la artista siente que "esas historias estaban esperándome para que yo las completara".

Se trata de extraer de las fotos —de anuarios escolares, paisajes, retratos...— la "ordinariez arquetípica" que tenían y transformarlas en realidades alteradas que no pertenecen a este mundo pero tampoco a uno demasiado lejano: en Landscape with Mountain (Paisaje con montaña, 2013) añade burbujas bordadas en tonos vivos que pueblan un panorama perfectamente vulgar y hermoso sólo hasta cierto punto; en The Favourite Child (El hijo favorito, 2013) camufla las caras de una foto de tres niños con arcoiris ovalados cosidos a mano; en Love at First Sight (Amor a primera vista, 2013) añade un aura policroma a un retrato vintage de una dama anónima...

"Las torturo y acaricio hasta que las hago mías"

Las intervenciones sobre las fotos son un ejercicio íntimo, insiste Cockburn. "Las embellezco, manipulo, torturo y acaricio hasta que las hago mías", dice. Cuando altera una imagen estática pretende sumar al significado original "una nueva narrativa" que puede ser surrealista, como en The Merry Widow (La viuda feliz, 2013), donde la cara de una mujer se transforma en un poliedro de cristal de muchas facetas; candido, como en The Party House (La casa de la fiesta, 2013), en la que simplemente ilumina con trazos de color las cañerías y perfiles de ventanas y puertas de una vivienda fría, o juguetón, como en Girl in a Pearl Necklace (Chica con collar de perlas, 2013), en la que dispersa por todo el espacio de la imagen las cuentas de otro collar, esta vez bordado....

Formada como escultora, Cockburn se acerca la fotografía como si se se tratara de una superficie tridimensional. Cuando usa hilos cosidos pretende enfatizar u ocultar partes, mientras que en las obras de collage, desea reorganizar la identidad del retratado. Su obra, en cualquier caso, niega la verdad simple de la fotografía original para "proyectar nuevas historias sobre recuerdos olvidados del pasado".

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