Los hermanos Mirones dicen que no gestionaban el "día a día" de Socueva y responsabilizan a Tausía

Tausía asegura que el "último responsable" de la contabilidad era Javier Mirones y afirma que él sólo "hacia las obras"
Juicio Socueva
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EUROPA PRESS
Juicio Socueva

Los hermanos Mirones, Javier y Miguel, dos de los imputados en el juicio por la quiebra de Construcciones Socueva, han mantenido que, a pesar de ser administradores de la empresa, quien "llevaba el día a día" y la gestión de la misma era otro de los acusados, Miguel Tausía, algo que éste niega y dice que de contabilidad "no tiene ni idea" y únicamente "hacia las obras".

Durante el juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia Provincial, Miguel Mirones -expresidente de CEOE-Cepyme- ha insistido en que "nunca" ha participado en la gestión ordinaria de la empresa, que, según ha insistido, estaba "totalmente" delegada en Tausía.

"El que sabía de construcción era él", ha afirmado en la misma línea su hermano, Javier, quien, en su declaración, ha señalado que su intervención en la empresa se limitaba a elaborar las declaraciones fiscales con la documentación que le facilitaba la empresa y cuyas cifras daba por "buenas".

Sin embargo, a diferencia de ambos, Tausía ha señalado que había un departamento contable que elaboraba toda la información sobre la situación de la empresa, datos que manejaba "de cabo a rabo" Javier Mirones, quien, a su juicio, era el "último responsable", que era "el que sabe", el "economista", y, además, "dueño".

"me decían firma aquí y firmo"

Ha asegurado desconocer si la contabilidad reflejaba la situación real de la compañía, si bien él entendía que "todo estaba bien" pues nadie le había dicho lo contrario. "Me decían firma aquí y firmo", ha señalado Tausía, quien ha explicado que si decidió dar el "salto" de marcharse de Ferrovial, donde ganaba "mucha pasta", según ha dicho, es porque "entiende" y "confía" en la capacidad de gestionar de la familia Mirones por su trayectoria en este ámbito.

Por su parte, Miguel Mirones, expresidente de la patronal cántabra, ha señalado, sobre la marcha de la empresa, que "sólo" tenía la información que se aportaban en la Junta de la empresa, que se limitaba a aprobar las cuentas, no a revisarlas.

Ha insistido en que, dado que tenía "confianza" en Tausía y veía que la empresa funcionaba con "absoluta normalidad" y creía además que cumplía sus obligaciones pues "jamás" nadie le informó de lo contrario, no tuvo la "necesidad" de realizar ninguna comprobación complementaria.

La marcha de los hermanos mirones

Esta "confianza" de Miguel Mirones se mantuvo, según él mismo ha explicado, desde que se constituyó Socueva en 1997 hasta finales de junio de 2001 y se perdió, según ha añadido, al conocer, que estaba "ocultando" información a la Dirección; al enterarse de que se estaban ejecutando obras de las que no tenía conocimiento, y "formas de actuar que desconocía".

Sin embargo, ha asegurado que no tuvo conocimiento de impagos a la Seguridad Social. Además, ha explicado que "discrepaba" de que se incorporasen como socios para gestionar la empresa algunas personas que quería incorporar Tausía.

Por todo ello, el 29 de junio de 2001, cesa en su cargo de administrador y vende sus participaciones que tenía en la empresa, precisamente a Tausía, que, sin embargo, ha señalado que no pagó por las acciones del expresidente de CEOE.

Antes que Miguel Mirones, dejó la empresa Javier Mirones, quien ha explicado que "inicialmente sí" estaba satisfecho con la gestión de Tausía, aunque comenzó a no encontrarse "cómodo" y le "asustó un poco" el tamaño, por lo que decidió apartarse. Así, en noviembre de 2000 vendió sus participaciones a su hermano, aunque siguió formalmente como administrador hasta el 19 de febrero de 2001, cuando se celebró la siguiente Junta.

Javier Mirones ha señalado que cuando se fue, las deudas que podía haber eran de dos pagos aplazados a la Seguridad Social, pero dentro de la dinámica "habitual". "Más de eso no", ha aseverado el imputado, quien ha insistido en que la situación de la empresa era "buena", aunque con "puntuales problemas" de Tesorería por "dificultades" para obtener líneas de descuento y los plazos con los proveedores eran los "habituales".

En su declaración, ha explicado que inicialmente se constituyó Construcciones Socuevas para la construcción del Hotel Castelar, aunque posteriormente se fueron admitiendo más obras.

Frente a las declaraciones de los hermanos Mirones, Tausía ha señalado que ni Miguel ni Javier le comunicaron su desacuerdo con la forma de gestionar. "Lo único que recibía de la familia Mirones eran felicitaciones", ha aseverado.

Según ha señalado, Javier Mirones le justificó su marcha aludiendo a que Socueva estaba creciendo "mucho" y "tenía miedo" y, posteriormente, Miguel Mirones le comunicó que dejaba la compañía porque tenían "muchas sociedades" y no podían continuar.

Tras la marcha de Miguel Mirones, ha señalado que se queda "en el minuto cero" pero decide continuar con la empresa porque, según el plan estratégico que se había elaborado previamente —y en el que no participó—, se podía sacar adelante.

"Si yo sé que la empresa está quebraba no me voy a quedar con la sociedad", ha afirmado Tausía, quien ha señalado que, como "no sabía" llevar una sociedad tras la marcha de la familia Mirones, recurrió al Grupo Cota, de los otros dos acusados, Miguel Martínez de la Hidalga e Inés Carmen Serna, para que gestionasen la empresa y se encargasen de la búsqueda de financiación y de la relación con los bancos.

Ha señalado que, para pagarles por la gestión, se firmó un cesión de créditos por la que éstos cobraban lo que se les adeudaba y devolvían el resto de esos créditos a Socueva para pagar al resto de proveedores.

Arranque del juicio

En este juicio, que ha comenzado hoy, el fiscal pide un total de 15 años de prisión para los cinco acusados por la quiebra de la constructora Socueva, entre ellos el expresidente de la CEOE Cantabria, Miguel Mirones, que fue uno de sus administradores y al que se le acusa de un delito societario. El juicio se está celebrando en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y está previsto que dure hasta el 20.

Concretamente, para el expresidente de la CEOE, el fiscal pide un año de prisión y multa de 3.240 euros por un delito societario. Reclama esta misma pena para su hermano, Javier Mirones, y para Miguel Tausía, estos dos también administradores de Socueva.

El fiscal acusa a los hermanos Mirones y a Tausía de "ocultar" las dificultades económicas de la empresa y, para ello, elaborar balances y cuentas de resultados que representaban la "absoluta bonanza" de la constructora.

A Tausía, además de la pena anterior, la Fiscalía le reclama cuatro años de prisión y multa de 7.200 euros por un delito de insolvencia punible, lo mismo que pide a Miguel Martínez de la Hidalga e Inés Carmen Serna, estos dos por cooperación necesaria de este delito a través de un plan para "vaciar patrimonialmente" a la empresa y transferirlo a otra.

También pide para Tausía, Inés Carmen Serna y Miguel Martínez de la Hidalga -y de forma subsidiaria las empresas, Construcciones Socueva SL, Cota Hispania SA, Construcciones Técnicas Aplicadas Managamet SL y Adproin Gestión SL- unas indemnizaciones de más de 3 millones de euros (3.036.481 euros).

Según el escrito del fiscal, la "ilícita" conducta de los acusados ha generado un "grave perjuicio" a las empresas que suministraban a Construcciones Socueva y a la Seguridad Social en más de 3 millones de euros.

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