Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 20 de enero después de más de seis meses de investigación cinco personas que formaban parte de un grupo criminal que se dedicaba a falsificar tarjetas de crédito. Los integrantes de la banda, de entre 34 y 49 años, nacionalidades española, kuwaitiana y jordana, tenían las tareas muy muy definidas.

Uno de los miembros del grupo criminal obtenía los datos de las tarjetas de las potenciales víctimas puesto que trabajaba en un establecimiento comercial del centro de Barcelona. Aprovechaba momentos de distracción de los clientes para poder copiar la banda magnética y después hacer la falsificación. En total, el grupo hizo compras con las tarjetas falsas por valor de 35.000 euros.

Un golpe tenía estos datos, una segunda persona fabricaba las tarjetas en un piso de Barcelona para después distribuirlas a los otros tres miembros del grupo.

Con estas tarjetas compraban cheques regalo de varias tiendas de la capital catalana, las venían a terceras personas o las usaban de forma normal en comercios.

Una vez tuvieron identificados los delincuentes, los investigadores hicieron cuatro entradas y cacheos en domicilios de Barcelona en los cuales, además de detener cinco personas, intervinieron una gran cantidad de aparatos informáticos de uso exclusivo para la fabricación de tarjetas bancarias.

También encontraron muchas tarjetas preparadas para ser utilizadas: tarjetas impresas y serigrafiadas con el nombre de los miembros del grupo encargados de hacer las compras.