Así es la gran escuela polaca de diseñadores de pósters de cine

  • Una exposición en Londres recuerda a los míticos dibujantes de carteles de películas que hicieron de Polonia un lugar de referencia para el diseño.
  • Vigilados de cerca por la censura comunista, los artistas reinterpretaban los carteles originales de Hollywood con elementos creativos de vanguardia.
  • Los pósters polacos de entre las décadas de los años sesenta y ochenta son piezas de coleccionista que alcanzan altas cotizaciones.
Tres de los carteles de la exposición
Tres de los carteles de la exposición
Courtesy Kemistry Gallery
Tres de los carteles de la exposición

No tenían nada que ver con los carteles originales diseñados por las empresas productoras de las películas. Casi siempre los mejoraban artísticamente introduciendo elementos de vanguardia y reinterpretaciones radicales. Desde finales de los años cincuenta del siglo XX y durante tres décadas, la escuela polaca de pósters de cine era una referencia mundial del diseño gráfico pese a que los autores debían trabajar bajo la ferrea vigilancia de la censura comunista.

Una exposición en Londres vuelve la vista atrás hacia el fenómeno de un país del Telón de Acero convertido en primera potencia mundial en una disciplina artística mostrando una colección de carteles de la edad de oro del diseño polaco. La Kemistry Gallery y el Polish Cultural Institute de la capital británica se alían en la organización de Ken Sequin's Polish Adventure (La aventura polaca de Ken Sequin), que reúne los carteles recolectados en Polonia por el notable diseñador gráfico inglés Ken Sequin.

Robo e incendio

La mayor parte de las varias decenas de pósters que se exhiben en la muestra, en cartel hasta el 22 de marzo, son de la década de los años sesenta, quizá la de mayor brillantez y productividad de la escuela polaca. "En el verano de 1964 hice un viaje en barco y tren para visitar Polonia y Checoslovaquia. Era mi último año como alumno del Royal College of Art y estaba haciendo un trabajo académico sobre animación y diseño de carteles de esos países, cuyos artistas admiraba, y conseguí una ayuda para costear el viaje", recuerda Sequin, que adquirió la colección de una persona que se había hecho con ella tras un robo y un incendio en un almacén.

En la exposición hay carteles icónicos de quizá los tres más conocidos diseñadores polacos: Jan Lenica, Roman Cieślewicz y Waldemar Swierzy, pero también raros ejemplos de las dos únicas mujeres del colectivo Liliana Baczewska y Anna Huskowska. Los trabajos están acompañados por un relato de Senquin, quien analiza cómo los pósters pintados a mano de los años sesenta desmejoraron con el tiempo y, una década más tarde, estaban en decadencia con la llegada "perniciosa de las influencias de la psicodelia" de Occidente.

Humor, metáfora y linealidad

Los diseñadores polacos de pósters cinematográficos [en esta detallada web hay una amplísima base de datos], que llegaron a ser más de 400 y firmaron más de 7.000 obras, casi todas muy cotizadas en el mercado actual del coleccionismo, empleaban un lenguaje sencillo —con pocos elementos, buscando restar en lugar de sumar— basado en el humor, la metáfora, la linealidad y los colores vivos. Solían basar los diseños en fotogramas concretos de las películas o en el desarrollo de la idea que les sugería el título y casi siempre utilizaban el dibujo antes que la fotografía.

Pocas veces disponían de información añadida sobre cada film, tenían que pasar los filtros de la censura del régimen comunista y casi ninguno de ellos, dado el aislamiento derivado de la Guerra Fría, sabía inglés, de manera que solían ilustrar mediante abstracciones. "La rareza de los carteles polacos logró un gran éxito a nivel internacional porque eran originales, pero eso era consecuencia de que estábamos aislados  y nuestras obras no se parecían a las que se hacían en el resto del mundo", afirmó en su momento Lenica.

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