El vicepresidente y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, en el acto de inauguración de las XXVII Jornadas Técnicas Agrícolas 2014 organizadas por Consumar en Vícar(Almería), ha señalado que la economía social es uno de los principales activos de la economía andaluza, y que sigue siendo un factor fundamental en el desarrollo económico y social de Andalucía.

"Hablamos de un sector con casi 7.000 empresas, que vincula a unas 400.000 personas como socias y que genera 60.000 empleos directos. Andalucía es la primera Comunidad Autónoma en cuanto al número de empresas de economía social (20,2% del total nacional) y la segunda en cuanto al volumen de empleos que ocupa(17,7% del total)", ha afirmado Valderas, según informa la Junta en un comunicado.

Asimismo, ha indicado que de las 3.415 cooperativas agroalimentarias que había en 2011 en España, 736 estaban ubicadas en territorio andaluz, facturando 6.269 millones de los 19.172 millones de euros registrados a nivel nacional.

Para el vicepresidente, estos datos señalan que se está produciendo un cambio de enfoque empresarial en las cooperativas agroalimentarias andaluzas, lo que las hace ser más competitivas, con una mayor coordinación entre producción y comercialización y una mayor especializacíón, aunque ha indicado, que se debe seguir trabajando en el sector para alcanzar una mayor dimensión —el cooperativismo agrario andaluz está constituido en su mayoría por empresas de mediano y pequeño tamaño—, abordando procesos de transformación de los productos agrarios, alcanzando economías de escala, mejorando el poder de negociación en la cadena de suministros e iniciando procesos de internacionalización y de I+D+i.

Por sectores, las cooperativas de vacuno de leche y agricultura ecológica han tenido una evolución muy importante en esta década, pasando de 8,1 a 190,2 millones de euros y de 3,8 a 58,1 millones de euros, respectivamente. Asimismo, en valores absolutos los dos sectores más importantes de la agricultura andaluza también han tenido comportamientos muy positivos: el aceite, ha pasado de 719,6 a 1.385 millones de euros y las hortalizas de 714,8 a 1.253 millones de euros.

En 2012, ha señalado Valderas, tres cooperativas andaluzas (Hojiblanca, Covap y Cooperativa almeriense Agrícola San Isidro) se encontraban entre los siete primeros grupos cooperativos españoles agroindustriales junto a otros grupos de Almería como Ejidoluz o Vicasol.

En este orden de cosas , y teniendo en cuenta no solo el importe de las exportaciones de alimentos andaluces, sino también que en la clasificación de las 20 cooperativas agroalimentarias con mayores exportaciones en 2011, trece se encuentran en Andalucía —ÚnicaGroup, Vicasol, CASI, Granada-LaPalma, Murgiverde, Agrosevilla Aceitunas Hojiblanca, Oleostepa, Frutas Escobi, Nature Choice, Ejidoluz, Canalex y Trops— lo que supone concentrar más del 25 por ciento del PIB agrario nacional, el vicepresidente ha criticado que el Ministerio de Agricultura cerrara el reparto de la Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2015-2020, con un recorte de 418 millones sobre lo que venía recibiendo hasta ahora Andalucía —unos 2.000 millones anuales—.

"Andalucía pierde en términos absolutos 100.000 millones de las antiguas pesetas, lo que representa seis millones de jornales que no se van a dar y 230.000 contratos agrarios afectados", ha subrayado, y ha recordado que "hoy la presidenta, Susana Díaz, está mostrando en Bruselas la más firme protesta del Gobierno andaluz ante las autoridades comunitarias por el actual reparto de la PAC", un reparto ha señalado Valderas "orquestado por el ministro andaluz, yo diría anti-andaluz, Arias Cañete, que sin duda es quien más daño está provocado a Andalucía y a su sector agroalimentario".

Para Valderas, a través del mantenimiento de la actividad se contribuye a la viabilidad de las explotaciones y a la generación de empleo, siempre a través del agricultor profesional. La finalidad de las ayudas directas debe ser estabilizar las rentas de los agricultores, que dirigen siempre sus esfuerzos para que la actividad sea viable por sí misma.

Asimismo, las exigencias y controles de los productos de países terceros en materia ambiental, social, laboral, de calidad y seguridad alimentaria deben ser "como mínimo" iguales a las exigidas a los agricultores europeos, de manera que al menos nuestros productos compitan en igualdad de condiciones con los de fuera de la Unión.

"No es admisible que terceros países tengan preferencia de entrada en el mercado europeo y que sean referentes para acuerdos preferentes que dañen a los productores comunitarios", ha señalado el vicepresidente.

Por ello, ha continuado Valderas, Andalucía debe desplegar una política de desarrollo rural propia que, sin obviar las orientaciones estratégicas de la Unión Europea, adecúe la intervención pública en el medio rural a las exigencias y demandas de nuestra comunidad, estableciendo acciones que permitan: mejorar la competitividad de las explotaciones, la generación de un mayor valor añadido y su repercusión en el productor, así como avanzar en la sostenibilidad de la actividad agraria.