El que fuera miembro del patronato de la Fundación Niemeyer y concejal del Ayuntamiento de Avilés por IU, Fernando Díaz Rañón, ha indicado Natalio Grueso "vino impuesto" al patronato como director del centro previamente al desarrollo del mismo y a la decisión de las actuaciones a desarrollar, "supuestamente" por parte del presidente del Principado.

"A mi nunca nadie me preguntó si me parecía bien para el cargo Natalio Grueso, sus funciones o el sueldo que tenía", ha dicho Díaz Rañón, que ha reconocido que "en algún momento si creyó que Grueso era un fenómeno" a juzgar por los logros que "impresionaban".

Ha explicado que la estrategia de funcionamiento del centro nunca se discutió en el patronato, sino que allí se planteaban ciertas actuaciones que se iban desarrollando, pero "nunca hubo en el patronato una estrategia de desarrollo".

"La estrategia la marcaba quien estaba al frente de la gestión que era quien planteaba las diferentes actuaciones", ha indicado Rañón, que ha añadido que el Ayuntamiento de Avilés participaba con una aportación nominativa pero no en la gestión del desarrollo del centro que correspondía al Gobierno del Principado.

Díaz Rañón ha comparecido este martes en la comisión de la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) que investiga posibles irregularidades en la gestión de la Fundación Niemeyer.

Ha explicado que en las reuniones del patronato de 2007 y 2008, que "fueron muy pocas", se informaba de las actuaciones a desarrollar. Así ha recordado que inicialmente el centro estaba previsto que albergara el patrimonio de la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias lo que generó enorme debate y finalmente no fue posible, por lo que se empezaron a buscar otras alternativas.

Ha manifestado que el único patrono que aportó "año tras año" a la Fundación el dinero acordado fue el Ayuntamiento de Avilés, pero no el resto de patronos, ni públicos ni privados. Si bien es cierto que, a preguntas del PSOE, ha admitido no contar con prueba documental alguna de que esto era así.

El compareciente ha admitido que "claro que le llamaban la atención algunas cuestiones relacionadas con la aprobación de las cuentas", pero ha añadido que era el Gobierno del Principado a quien correspondía la responsabilidad sobre la gestión del centro y ha indicado que supuestamente las cuentas ya llegaban auditadas y las salvedades de esas auditorías no eran de importancia.

Respecto a las modificaciones estatutarias del patronato ha indicado que las conoció a posteriori porque tuvo que abandonar la reunión en la que se aprobaron antes de lo debido y las mismas se trataron con posterioridad. Así ha indicado que cuando conoció la cesión del patrimonio a la Fundación comenzó a trabajar al respecto y ha añadido que tras las elecciones no volvió a participar en nuevas reuniones del patronato al considerar que "ya no le correspondía".

Fernando Díaz Rañón ha optado por realizar una intervención inicial en la que ha defendido las pretendidas bondades del equipamiento del centro Niemeyer para la transformación de la ciudad y la comarca avilesina.

"Habíamos visto a Brad Pitt en Avilés, eso era impensable, así que no teníamos por qué dudar de las pretensiones que había para el centro Niemeyer", ha dicho Díaz Rañón, que ha indicado que "vivió el centro desde su inicio como un proyecto ilusionante para Avilés".