Escuelas Católicas de Andalucía (ECA), organización patronal que aglutina a la mayoría de los titulares de los centros educativos católicos de la comunidad andaluza, ha solicitado a la Junta de Andalucía una mayor implicación y "apoyo" para atender a los 1.500 alumnos que estudian en las Escuelas Hogar que hay en la comunidad.

Actualmente, según ha indicado en una nota ECA, existen en la región 26 centros de estas características, la mayor parte en Granada, Jaén y Córdoba, que atienden en zonas rurales a alumnos que en su mayoría son hijos de trabajadores temporeros que acuden a diversas campañas agrícolas y necesitan estos centros para poder tener una educación digna y una vida normalizada.

La paulatina reducción de recursos por parte de la administración andaluza para atender a estos centros los ha puesto en una situación "agónica", aunque desde la patronal "se está realizando un importante esfuerzo para mantenerlos". Así lo han puesto de manifiesto los responsables de las Escuelas Hogar de Andalucía en una reunión mantenida en el Centro Sagrado Corazón de Antequera (Málaga), regido por los Salesianos y que atiende a 116 alumnos de estas características.

Esta reunión ha servido para llegar a un consenso entre las instituciones religiosas afectadas en cuanto a las necesidades básicas de atención que demandan los alumnos y que hoy en día se mantienen gracias, fundamentalmente, al gran "compromiso" de los religiosos y los trabajadores, pero que "cada vez son más insostenibles por su precariedad".

"La ayuda de la Junta de Andalucía a estos centros concertados no sólo impide ya una enseñanza con un mínimo de garantías —con altos ratios profesor/alumnos o imposibilidad de sustituciones en bajas o permisos—, sino que pone en peligro la labor social que realizan estos centros, en los que se ofrece desayuno, comida, merienda y cena a los residentes", subraya Escuelas Católicas.

Paralelamente, las diferencias entre las residencias escolares públicas de la Junta y las de la concertadas (las Escuelas Hogar) se han ido acentuando en los últimos años con un criterio presupuestario "claramente arbitrario y poco transparente, que ha desembocado en la actual situación de insostenibilidad de las segundas".

Escuelas Católicas de Andalucía, junto a los responsables de estos centros, han confeccionado una hoja de ruta de trabajo con la que pretenden crear una Mesa de Diálogo en la que esperan implicar a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta para abordar las "graves" deficiencias de este servicio educativo en la comunidad.

El secretario general de ECA, Carlos Ruiz, ha asegurado tras la reunión que "es necesario que tanto la Junta como las instituciones religiosas nos sentemos a buscar soluciones para ayudar a estos 1.500 alumnos y sus familias en zonas desfavorecidas". A su juicio, "la gran labor social que realizan estos centros en zonas rurales merece todo nuestro esfuerzo para que no desaparezcan".