Los cuadros El grito y La Madonna, del pintor expresionista Edvard Munch, que fueron robados el pasado 22 de agosto de un museo de Oslo, la capital noruega, podrían haber sido quemados, según ha publicado un diario de ese país. Fuentes de la investigación aseguran que los ladrones las habrían quemado para eliminar pruebas.
Al parecer, tras la detención en Málaga del primer sospechoso, el noruego David Aleksander Toska, sus cómplices habrían hecho desaparecer las obras para protegerse ante su posible detención.El periódico cita un informe policial secreto que apuntaría en esa dirección. Sin embargo, el inspector de la Policía de Oslo encargado del caso ha dicho no que no sabe nada, según la televisión NRK.
Por el momento, sólo hay tres personas detenidas en prisión preventiva, pero la Policía no ha conseguido relacionarlas con el robo.
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