Rafael Rojas: "Quiero que mis fotos sean poemas visuales, no que reflejen la realidad"

El artista Rafael Rojas, ganador del certamen de fotografía Hasselblad.
El artista Rafael Rojas, ganador del certamen de fotografía Hasselblad.
Rafael Rojas
El artista Rafael Rojas, ganador del certamen de fotografía Hasselblad.

La fantasmagórica imagen de unas jirafas bebiendo agua le ha dado a Rafael Rojas, español afincado en Suiza, el premio Hasselblad a la mejor fotografía de 2014 en la categoría de Vida Salvaje. Rojas, fotógrafo artístico especializado en paisajes y naturaleza, iba para ingeniero de Caminos, pero lo dejó todo para poder dedicarse a su pasión. Sus fotografías no aspiran a documentar la realidad; quieren ser "poemas visuales" cuya finalidad última es poner de manifiesto "la magia y el misterio que lo envuelve todo".

¿Cómo comenzó su interés por la fotografía?

A mí la fotografía nunca me había hecho gracia, ni mucho ni poco. Lo que siempre me ha gustado es viajar y la naturaleza, y haciendo fotos de los sitios que visitaba es como descubrí su utilidad. Empezó como un hobbie que se convirtió en una afición que se convirtió en una obsesión. Hoy en día le doy a la fotografía sobre todo un uso artístico, y siento que todo encaja.

Usted compara la fotografía con un lienzo o con la pluma de un escritor...

Yo no me considero un fotógrafo, sino un artista que utiliza una cámara. Mis fotos no son representaciones literales de la realidad, son más bien poemas o metáforas visuales. Ésa parte de la fotografía es la que me interesa.

Y, como modelo fotográfica, ¿qué tiene la naturaleza que no tenga un entorno urbano?

En las últimas dos o tres generaciones los seres humanos vivimos en burbujas de hormigón y hemos perdido la conexión con el medio natural. La naturaleza tiene algo que nos falta y que todos tenemos dentro: a todos nos gusta ver un amanacer, la fuerza del mar... Lo llevamos en los genes. Pero yo no odio el mundo urbano: precisamente ahora estoy haciendo un proyecto en Venecia, aunque es verdad que Venecia está en armonía con la naturaleza, porque aquí el mar ha impuesto sus reglas.

La foto con la que ha conseguido el premio Hasselblad muestra a unas jirafas abrevando en un curso de agua. ¿Fue difícil captar esa imagen?

Hice la fotografía en el Parque Nacional de Etosha, en Namibia. Es un punto de agua que iluminan por la noche para que pueda verse beber a los animales y fue un proceso bastante largo... La disposición de los animales, la estructura de las piedras que están en la orilla, y que reflejan la estructura gráfica de la piel del animal, el reflejo de las jirafas en el agua... Todo ello le da a la imagen un aspecto misterioso, como si los animales estuvieran suspendidos en ninguna parte.

La imagen pertenece a una serie de fotos donde también hay elefantes, cebras... Resulta sorprendente el uso en todas estas imágenes del blanco y el negro, renunciando a la espectacularidad del color de estos animales y de la sabana africana.

Llama la atención porque estamos acostumbrados a que las fotografías de vida animal tengan fundamentalmente un uso muy documental, para intentar captar la realidad con el mayor detalle posible. Pero yo no buscaba eso, yo quería dotar a la foto de simplicidad y eliminar cualquier aspecto superfluo que pudiera desviar la atención, como hubiera sido, en este caso, el color.

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