Recién cumplidos los 33 años y recién recibido el Disco de Platino por No dejes de soñar, Manuel Carrasco mantiene una normalidad que resulta llamativa. El disco al que pertenece la canción premiada también ha sido Disco de Platino: Confieso que he sentido.

Con mucha naturalidad reconoce que lo suyo no es la dialéctica y que se emociona cuando ve a alguien que sabe hablar muy bien, y cita: "como Wyoming", hablando. "Es que yo soy el pueblo y cuando alguien dice 20 verdades, dices olé, y aplaudes y te emocionas".

Tal y como está el patio ser número 1 de ventas y Disco de Platino por partida doble no está nada mal, ¿cómo se siente?

Feliz. Siempre se superan mis expectativas. Yo pongo lo mejor que tengo, y siempre lo he hecho, pero nunca sé que va a querer el público, por dónde va a salir. Muchas veces te sorprendes. Aunque con la canción No dejes de soñar, que compuse para un amigo, acerté. Es la que más ha gustado y era mi gran apuesta.

Ya que lo dice, le traslado su pregunta: ¿con qué no deja de soñar?

Con un mundo mejor, y con la música. Siempre estoy soñando con canciones.

El pasado 20 de diciembre empezaba esta gira, ¿lo más bonito de ella hasta el momento?

El público y su cariño. Es la gira más importante de mi carrera, y cuando veo cómo se entrega la gente...

Se emociona en los directos, o eso parece...

Me emociono mucho, pero es que ¿cómo no me voy a emocionar si salgo a un escenario y me encuentro tanto cariño, y lo logro en medio de esta situación que atravesamos?

¿Siente que le ha costado mucho llegar?

Sé lo complicado que es llegar hasta aquí, todo ha sido paso a paso, he hecho todo el viaje en tren, he bajado en todas las estaciones. Y no me he pasado de largo nada, lo estoy viendo todo. Es mi sueño y siempre lo ha sido.

¿Ese niño de once años al que le regalaron su primera guitarra imagina algo como esto?

No, pero a ese niño lo tengo muy despierto, muy cerca. Ese niño no podía imaginarlo, pero sí lo soñaba, y por ello, porque nunca he dejado de soñarlo, lo he logrado. Sabía que esto era lo mío. Cuando alguien no sabe lo que quiere es muy triste... Yo no he tenido nada más claro en mi vida que esto.

¿Qué cree que busca su público en su música y sus conciertos: energía, alegría, historias..?

Buena energía, que es lo que nos mueve a todos. Nos movemos por eso, por energía y por sentimientos. Y yo ahora tengo buena energía, estoy en un buen momento, y es necesario que tiremos de quienes están con menos.

¿Siente que la gente necesita que tiren de ella?

Siento que si no nos ayudamos entre nosotros, ¿quién nos va a salvar? Yo también he necesitado gente con energía y luz cuando he estado más bajo. Pero ahora tengo energía y la intento transmitir. Me siento muy afortunado. La situación es terrible, la gente tiene problemas, pierde el trabajo y si encima te caes, ¿quién te va a levantar?

Dice que es muy afortunado, pero no sólo habrá sido cuestión de suerte...

No, yo he sido un currito toda mi vida y en esto no veas cómo se curra. Pero ¿sabes una cosa?, este cariño de la gente, yo creo que no lo hay en otra profesión. Me dicen cosas muy grandes: el otro día vino una señora de 80 años a que le firmara un póster enorme de mí para ponerlo en el cabecero de su cama. Imagínate. Y luego la gente que te dice que lo acompañas en situaciones muy duras y te agradece tu música y te dice que lo alivias... Eso es lo que más vale: poder acompañar a quien lo pasa mal. La música va más allá: influye en la vida.

¿Cómo ha cambiado su visión del mundo y de la vida en estos diez años que lleva en la música?

Mucho, ahora que he viajado y he conocido y me he informado, mi visión es mucho más amplia. Al principio estaba muy desbordado, luego me he aceptado a mí mismo, he ido superando complejos, inseguridades... En resumen: la música ha hecho que crezca y vea el mundo de otra manera. Si me hubiera quedado en Isla Cristina, todo lo que me habría perdido...

¿Qué sería hoy si se hubiera quedado en Isla Cristina?

No sé, sólo me puedo imaginar luchando por esto. Creo que lo seguiría intentando.

Una de sus canciones pregunta ¿Qué nos está pasando? Si se lo pregunto, ¿qué responde?

Que ya venimos arrastrando malos hábitos y el sistema no tira porque para tirar tendría que estar gobernado por gente honesta, y sucede todo lo contrario. Creo que de todas maneras en cada uno está cambiar un poco. Hace falta menos envidia y más memoria positiva, ¿no?

Otro tema suyo, Me sabe a poco, me sirve para saber qué le sabe a poco a Manuel Carrasco...

Me sabe a poco lo que nos ofrece la clase política de este país; aquí huele a rancio y a putada... Y a injusto.

¿Y qué hacemos?

Pues deberíamos protestar y no quedarnos en casa y dejarlo pasar. Por lo menos desfoguémonos.