El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha destacado este miércoles, con respecto a las obras de transformación bulevar de la calle Vitoria de Burgos que han sido paralizadas tras la movilización ciudadana, que se trataba de un proyecto "consensuado" y sólo tenían en contra a "una asociación que ni siquiera quiso reunirse" con el Ayuntamiento.

En declaraciones recogidas por Europa Press, el primer edil vallisoletano ha vuelto a ser preguntado por la situación vivida en Burgos durante los últimos días, aunque no ha querido pronunciarse sobre la decisión de su homólogo y compañero de partido, Javier Lacalle, de paralizar las obras porque no conoce "la letra pequeña".

En este sentido, ha recordado que el concejal 'popular' de Burgos Ángel Ibáñez ha explicado que el proyecto de bulevar "se había consensuado y todo el mundo estaba a favor" en un barrio de Gamonal que cuenta con 60.000 habitantes. Sólo existía, según ha asegurado, la oposición de una asociación vecinal que "no quiso siquiera reunirse" con el Ayuntamiento.

Del mismo modo, ha defendido que el PP y el PSOE llevaban en sus programas proyectos similares para la calle Vitoria y que entre ambos partidos sumaron "60.000 ó 70.000 votos" —concretamente 63.000 y el 71 por ciento de los votantes—.

"Lo que en ningún caso está justificado es el vandalismo que ha costado al Ayuntamiento, de momento, 50.000 euros", ha insistido el primer edil, que ha apostillado que "curiosamente, las únicas oficinas de entidades bancarias no afectadas son de Caja Laboral y la Kutxa".

Por otro lado, León de la Riva ha aseverado que no cree que en Valladolid se pudiera producir una situación de protestas ciudadanas como las del barrio de Gamonal y ha considerado que en el caso de los dos puentes de la Rondilla que contaron con la oposición de asociaciones vecinales, "ahora está todo el mundo encantado".

En cuanto a la manifestación de apoyo a las protestas de Gamonal, convocada para esta tarde en la plaza de Fuente Dorada de Valladolid, el primer edil ha recalcado que se trata de un "derecho ciudadano" que respeta, al tiempo que ha manifestado que desea que "no lo sufra el mobiliario urbano".