«Procuraremos poner en contacto a Bofill con Ibarrola para lograr que la escultura gane protagonismo en el nuevo barrio», explica el promotor José López Rejas, que  pretende construir casi 3.000 viviendas nuevas en La Paz.

La estatua, que pesa unas 18 toneladas, está elaborada en acero corten, tiene 30 milímetros de espesor y unas dimensiones que oscilan entre los cinco metros de ancho por seis de alto.

«Creo que el barrio de La Paz es el más idóneo para mi escultura. Quiero que se encuentre en un espacio para el recogimiento y la meditación, individual o colectiva, sobre la ausencia de libertad por el terrorismo», explicó el escultor.

Además, el artista vasco aseguró que espera «que sea una obra querida e importante, no sólo por los murcianos, sino más allá de esta comunidad».

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