El flamenquito más blues

Sus seguidores sevillanos ya lo echaban de menos. Raimundo Amador regresa a los escenarios esta noche para presentar el espectáculo ‘Bluslería’, en Alcalá de Guadaíra
Si hubiera que definir la palabra ‘bluslería’ (no la busque en el diccionario, no aparece), diríamos que es la composición musical que mezcla el blues con la bulería flamenca.  Su sonido nos lleva al grupo Pata Negra, al que se atribuye la creación de este estilo. Bluslería se llama el espectáculo que ofrecerá esta noche uno de los miembros clave del grupo, el guitarrista sevillano Raimundo Amador. Este concierto es una de las actividades culturales del Cipaem (Circuito Provincial de Artes Escénicas y Musicales) que promueve la Diputación de Sevilla. El músico repasará, sin olvidar algunos de los grandes éxitos de su carrera, los temas de sus dos últimos trabajos, Isla menor (2003) y Mundo Amador (2005). En este último recopila parte de las grandes canciones que ha grabado con artistas flamencos, como Tomatito, Camarón o Antonio Carmona, y con intérpretes de otros estilos, como Björk, Andrés Calamaro, Rosendo o Mala Rodríguez… Porque Raimundo Amador, miembro de una extensa y conocida familia de artistas, es uno de los músicos españoles que más colaboraciones ha hecho con todo tipo de artistas, tanto nacionales como internacionales.

Como guitarrista, abarca muchos estilos y, aunque sus raíces se hunden en el flamenco que conoció en Las Tres Mil, siempre ha destacado por su profundo amor al blues. De hecho, su amor por este estilo quedó patente en el disco que grabó en directo en 1998, Noche de flamenco y blues, junto al Gran Wyoming, B. B. King, Kiko Veneno y Remedios Amaya.

* Teatro Gutiérrez de Alba. C/ Mairena; Alcalá de Guadaíra. Hoy, 21 h. Entrada: 8 euros, general, y 4, estudiante y jubilado. Venta en la Casa de la Cultura y taquilla.

En el directo, seguro que no olvida repasar éxitos como ‘qué maravilla’ o ‘Un okupa en tu corazón’

SUS VIEJOS TEMAS AÚN SUENAN

Raimundo Amador nació en 1959 en Sevilla y aprendió flamenco en la calle. Acompañado siempre por su más fiel compañera, su guitarra Gerundina, está entre los pocos artistas que ha sido superventas dentro del flamenco gracias a su afán por la fusión con otros sonidos. Aún hoy siguen sonando en las emisoras sus temas más conocidos, con Pata Negra y ya en solitario, como Blues de la frontera, ¡Qué gustito pa mis orejas!, Un okupa en tu corazón (mil veces versionada) o Qué maravilla.

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