Médicos del Hospital Clínic de Barcelona han presentado hoy una técnica pionera en el mundo en la cirugía del cáncer de mama basada en la colocación de una mini-gammacámara en la mama de la paciente que permite visualizar en tiempo real los tumores pequeños no palpables.

Esta técnica permite valorar con más precisión los márgenes de extirpación del tejido mamario y garantiza operaciones quirúrgicas mucho más eficaces con una intervención mínimamente invasiva, lo que influye en el aspecto estético final de la mama.

Además de en el Hospital Clínic de Barcelona, esta técnica también se podrá aplicar en el Hospital Doctor Pesset de Valencia y en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona.

La gammacámara ha sido desarrollada por Gem Imaging y se aplica en el Hospital Clínic de Barcelona.

En la primera operación

Las últimas investigaciones han permitido crear esta gammacámara portátil que permite la obtención de una imágen intraoperatoria de alta definición, no sólo morfológica, sino también funcional en el mismo momento de la primera operación.

Este aparato ayuda a establecer el lugar de la incisión en presencia de tumores clínicamente no palpables, de medida muy reducida o invisibles en una mamografía y para determinar con mucha exactitud los márgenes de la zona a extirpar.

Otra de sus ventajas es que permite localizar con una gran precisión el ganglio centinela, el primero por el que pasan los fluidos procedentes del tumor, para su posterior biopsia en el mismo momento de la operación.

Además permite detectar la actividad residual de las células cancerígenas en la zona mamaria lo que permite comprobar si la zona queda limpia o establecer una posible extensión de la enfermedad.

Localización acústica

Hasta ahora, las técnicas más avanzadas de radiocirugía para tumores mamarios no palpables sólo permitían localizar acústicamente el tumor mediante el uso de trazadores radioactivos.

Esta técnica se combina frecuentemente con la extirpación y posterior biópsia del "ganglio centinela", el primero por el que pasan los fluidos procedentes del tumor y, por tanto, el primero que tendría que quedar "contaminado" por las células cancerosas.