El desembarco de residuos de armas químicas en Tarragona requiere del permiso del Gobierno central

El conseller Homs descarta que los residuos lleguen a Cataluña

El hipotético desembarco de restos de armas químicas procedentes de Siria en cualquier puerto español requiere del permiso explícito del Ejecutivo central, han explicado este viernes a Europa Press fuentes de la Agencia de Residuos de Catalunya (ARC), dependiente de la Generalitat.

Así, aunque la planta de Gestión de Residuos Especiales de Catalunya (Grecat) —concesionaria del servicio público de incineración de residuos peligrosos— en Constantí (Tarragona) estudie la solicitud de otra compañía para encargarse de una parte de estos residuos, solo podría hacerlo si el Gobierno lo aceptara.

El portavoz de la Generalitat, el conseller Francesc Homs, ha descartado este mismo viernes que los restos químicos lleguen a Catalunya, y ha añadido que el propio Gobierno central también lo ha dicho.

"El Gobierno central ha dicho que no y el Govern, también; así que nada", ha aseverado en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, sin querer añadir nada más al respecto.

Grecat confirmó el jueves en un comunicado que el Organismo para la Prohibición de Armas Químicas (Opaq) ha preseleccionado diversas empresas europeas para que se presenten a un concurso para tratar agentes químicos procedentes de Siria, y una de ellas se ha puesto en contacto con la planta, especializada en el tratamiento de residuos especiales.

Se trata de "ofertar el tratamiento de algunas de las materias primas y flujos que después de haber recibido un tratamiento previo serán residuos especiales", ya que las armas se someten a un primer proceso de incineración en un barco en alta mar, anclado en aguas del Mediterráneo.

EE.UU. tanteó a algunos países, entre ellos España, en busca de un puerto donde hacer el trasvase de las armas químicas sacadas de Siria al barco estadounidense que hará un primer tratamiento de esas sustancias.

Italia fue el país que ofreció finalmente un puerto para esta operación, de manera que tanto el Gobierno español como el estadounidense aseguran no haber discutido acerca de un posible desembarco de sustancias químicas en Tarragona, según fuentes de las dos Administraciones consultadas por Europa Press.

Una vez tratadas en el buque estadounidense, esas sustancias serán procesadas por empresas capacitadas para seguir degradándolas. Es ahí donde entraría en juego la empresa Grecat, que tal y como ha explicado la Generalitat, necesitaría el permiso del Ejecutivo central para gestionar ese tipo de material en suelo español.

La Opaq será el organismo encargado de anunciar a qué compañía o compañías adjudica el contrato para hacerse cargo de 500 toneladas métricas de agentes químicos procedentes del arsenal sirio.

Hasta la fecha ha recibido propuestas de interés de 30 empresas, a las que ha pedido que le remitan ahora ofertas formales de licitación, para lo que tienen de plazo hasta el próximo 19 de enero, han informado a Europa Press fuentes de la Opaq.

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