Mossos piden la incorporación de más efectivos y material para actuar en Ciutat Vella

  • El sindicato SAP-UGT propone que los vehículos policiales se doten de cámaras de videovigilancia y reabren el debate de las armas no letales.
  • Comerciantes del Born siguen "intranquilos" y en alerta tras el apuñalamiento de dos transeúntes por parte de un individuo que sigue huído.
Los Mossos controlan la llegada de un tren de Italia en la estación de Francia de Barcelona.
Los Mossos controlan la llegada de un tren de Italia en la estación de Francia de Barcelona.
EFE
Los Mossos controlan la llegada de un tren de Italia en la estación de Francia de Barcelona.

La falta de efectivos y de material adecuado para intervenir es una queja constante de los mossos d'Esquadra. Mientras esperan que los chalecos antibalas sean, finalmente, gratuitos, reclaman que se incremente la plantilla, sobre todo en puntos calientes como Ciutat Vella. Este es, precisamente, el distrito donde se han concentrado la muerte de un transeúnte apuñalado el pasado martes y uno de los sucesos que más ha dado que hablar: el caso Benítez, que murió tras ser reducido por la policía.

Los sindicatos de policía piden que se complete el despliegue y se incorporen más agentes, dado que no se están cumpliendo los planes políticos anunciados. «La falta de efectivos es un mal endémico del cuerpo», lamentaba ayer el portavoz de SAP-UGT, Valentí Anadón, y concretaba que en Ciutat Vella «es estructural».

El material es otro de los frentes abiertos. Anadón aclaraba que en la última reunión celebrada con Interior, en diciembre, se planteó la posibilidad, todavía «en estudio», de adquirir pistolas de descarga eléctrica y abrir, así, el debate de las armas no letales.

Los agentes piden, también, que se instalen cámaras de videovigilancia en el interior de los vehículos policiales para «evitar autolesiones» y garantizar la seguridad «tanto del ciudadano, como la nuestra», apuntaba Anadón.

El Born sigue intranquilo

Lejos de recuperar la normalidad, el barrio del Born mantenía este miércoles una calma tensa tras la muerte de un transeúnte apuñalado cuando intentaba retener al agresor, que previamente había atacado a otro ciudadano. «Hasta que no lo detengan, hay mucha intranquilidad», confirmaba el presidente de la Fundació Barcelona Comerç, Vicenç Gasca.

En el Born, los tenderos reconstruían los hechos y recordaban, nerviosos, que «no existe un móvil aparente» para el primer ataque del joven, que todavía está siendo objeto de búsqueda y captura por parte de la policía. Gasca recordaba que se trata de «un hecho grave pero aislado».

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