Los huelguistas bloquearon el miércoles el acceso a las taquillas y permitieron que todo el mundo entrara gratis, informa la BBC.

El Musee d'Orsay también tuvo que ser cerrado después de que los empleados dejaran de trabajar.

El personal de las salas pide una subida porque se sienten discriminados respecto a otras categorías que ya han recibido el aumento y porque consideran que sufren más estrés al tener que lidiar con el público.

Son precisamente las salas más populares, las que albergan obras como la Mona Lisa o las Venus de Milo, las que generan más estrés entre los empleados, debido al elevado trasiego de visitantes.

Más de 8 millones de visitantes al año

El peor día son los domingos, cuando la entrada al museo es gratis y llega a haber 65.000 visitantes.

Los empleados aseguran que se pasan la mayor parte del tiempo recordándole a los visitantes que no pueden utilizar el flash en las salas.

El Louvre recibió más de 7,5 millones de visitantes anuales en 2005 y 8,3 millones en 2006.

Al no haberse incrementado el personal, en los días con más gente se sienten como meros gestores del tráfico humano, como afirma uno de los representantes sindicales de los trabajadores.

La dirección del museo informó por su parte que sólo un pequeño porcentaje de empleados había secundado la huelga y que estaba teniendo "poco efecto".