Estas primeras semanas del año 2014 serán las últimas en las que podrá verse en el Museo de Bellas Artes de Asturias la obra 'Sin título' (1956) de Esteban Vicente que, procedente del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia, se exhibe en la pinacoteca asturiana desde el pasado 2 de octubre de 2013 con motivo del Programa La obra invitada.

Según han informado los responsables del museo asturiano a través de una nota de prensa, este programa tiene como misión traer al Museo de Bellas Artes de Asturias durante un periodo de tres meses destacadas obras procedentes de otras instituciones nacionales e internacionales que contribuyan a reforzar el discurso de la colección permanente, bien porque permitan profundizar en aspectos ya contemplados por la colección, bien porque permitan rellenar lagunas que en ella puedan detectarse.

Esteban Vicente (Turégano, Segovia, 1903-Nueva York, 2001) es un artista fundamental dentro de la abstracción pictórica de la segunda mitad del siglo XX, vinculado a la Escuela de Nueva York. Trasladado a Estados Unidos en 1936, tras un breve periodo de actividad en el Consulado Español de Philadelphia Vicente comenzó a vivir plenamente el mundo plástico de la metrópoli neoyorkina.

A partir de 1940 desarrolló en su pintura una abstracción propia, heredera del Cubismo Sintético y en estrecho contacto con los artistas del Expresionismo Abstracto estadounidense, como Rothko, De Kooning, Pollock, Kline y Newman, entre otros.

Algunos de ellos, como Grace Hartigan, Sam Francis y José Guerrero, acompañan de hecho en estos momentos con una de sus obras al artista segoviano en el patio del Palacio de Velarde gracias a un depósito realizado para la ocasión por la empresa Sidercal Mineraldes.

Esta convivencia de cuatro destacados artistas en el arte internacional de mediados del siglo XX es un hecho excepcional y único en los Museos asturianos que permite reforzar el discurso de la obra invitada y establecer nuevos diálogos con ella y con la colección permanente.

En cuanto a la obra invitada, 'Sin título', pieza clave en su producción de mediados de los años 50, es una pintura matérica, sensual, serena, luminosa, vibrante y equilibrada, de la que sorprende la materialidad de los pigmentos y el gesto, el equilibrio y la estabilidad de la composición, las formas rotundas y al tiempo flotantes y la vida y vibración de los colores que la constituyen. Una Obra Invitada, en suma, de extraordinaria calidad y de la que aún se puede disfrutar unos días más en el Museo de Bellas Artes de Asturias.