MÉS ha presentado una proposición no de ley en el Parlament para instar al Gobierno central a que deniegue el indulto solicitado por el expresidente del Govern, Jaume Matas, quien ha sido condenado a prisión por un delito de corrupción política.

Además, la coalición propone que la Cámara balear se manifieste a favor de modificar la ley del indulto para que las personas condenadas por delitos relacionados con la corrupción no se puedan acoger a esta figura.

Según los econacionalistas es necesario que el Parlament lance un mensaje inequívoco de tolerancia cero contra la corrupción, especialmente cuando ya hay una condena firme contra un expresidente del Govern.

En un comunicado, la portavoz adjunta de MÉS, Fina Santiago, ha destacado que puesto que el dinero para pagar los discursos del expresidente era de todos los ciudadanos de Baleares, y que el delito se ha cometido en las islas, "parece razonable que el Parlament pueda pedir en el Gobierno que no se indulte a un político que desprestigia las instituciones públicas de Baleares".

Por otro lado, Santiago ha remarcado la importancia de que el PP balear diga públicamente si quiere que se indulte o no a Matas. "El PP se tendrá que posicionar ante unos hechos que hasta ahora evita, o sobre los cuales simplemente dice obviedades como por ejemplo que 'respetan las decisiones judiciales'".

Los econacionalistas han recordado que Matas fue condenado en primera instancia a seis años de prisión por varios delitos, y que, posteriormente, el Tribunal Supremo lo condenó a nueve meses por tráfico de influencias a favor de Antoni Alemany, quien redactaba sus discursos. Matas solicitó a la Audiencia la suspensión de la pena o la sustitución por una multa, si bien la Audiencia rechazó suspender la pena de nueve meses y un día de prisión que pesa sobre el expresidente en sentencia firme del Tribunal Supremo por la primera pieza enjuiciada del caso Palma Arena.

La Audiencia también denegó la posibilidad de sustituirla por una multa, en no constar que Matas "haya realizado ningún acto ni haya mostrado interés al reparar o rehabilitar" el mal causado. Subrayó que la gravedad del hecho "no queda penalmente satisfecha con el abono de una ridícula y exigua multa" propuesta por el expresidente "ni tampoco imponiendo otra a discreción del tribunal".

En relación a la negación del delito por parte de Matas, la Sala señaló que se trata de una circunstancia más para no otorgarle el beneficio de la suspensión, y dice que tendría que haber mantenido "una posición de prudencia" antes de "exponer públicamente que no reconocía la perpetración del delito cometido".

La Sección Primera rebatió que "haya incurrido en contradicción" al evaluar una presunta peligrosidad por parte de Matas, interpretación que considera "sesgada, parcial y subjetiva" por parte del recurrente. Reitera que hay peligrosidad por "la entidad de los hechos a qué fue condenado" Matas, sus circunstancias personales y su conducta, se trata de un delito que genera gran rechazo social porque se cometió dentro de las estructuras de poder.

En la interlocutoria, la Audiencia tuvo en cuenta que Matas fue considerado culpable de soborno por un jurado en un juicio. La Sala añade que en este caso se tiene que atender además de la existencia otros procedimientos penales pendientes.

El delito de tráfico de influencias cometido por Jaume Matas es para la Sección Primera "un atentado frontal" contra el Estado de Derecho, consagrado en el artículo 1 de la Constitución Española, "por parte de quien ha sido presidente de la Comunidad autónoma de Baleares, a quienes, precisamente para ostentar este cargo, tiene que exigir más imparcialidad, objetividad".