Encerradas a oscuras durante siete años por su propia madre

  • Las niñas tenían 6, 10 y 13 años.
  • Su madre les impedía ir al colegio y ver a su padre.
  • Los médicos aseguran que tendrán que pasar años para que las pequeñas superen los daños sufridos.
Vista de la casa de Linz donde las tres niñas permanecieron encerradas por su madre durante siete años (Foto: Efe)
Vista de la casa de Linz donde las tres niñas permanecieron encerradas por su madre durante siete años (Foto: Efe)
Robert Fuerst / Efe
Vista de la casa de Linz donde las tres niñas permanecieron encerradas por su madre durante siete años (Foto: Efe)
Una madre psíquicamente enferma tuvo presas a sus hijas a oscuras durante siete años cerca de Linz, Alta Austria, y las trataba como unos animales, según reveló el sábado el diario austríaco "Österreich".

El caso de la mujer, que no aguantaba estar divorciada de su marido, jurista como ella, se tratará próximamente ante los tribunales en la ciudad de Klagenfurt, afirmó el periódico.

Al parecer, la mujer se atrincheraba en su casa, "vistosa desde fuera pero descuidada por dentro", según indica el diario, y permanecía con las cortinas echadas y sin bombillas eléctricas.

A las niñas -Viktoria, Katharina y Elisabeth-, que tenían entonces 6, 10 y 13 años, las prohibía ir al colegio.

Ante las autoridades, la madre aseguraba que ella misma enseñaba a sus hijas en casa y fomentó el odio de las pequeñas hacia el padre.

Aisladas del padre también

Así cuando el padre desesperado quería verlas, ella afirmaba que estaban enfermas o que las había llevado a casa de la abuela.

Mientras tanto, las tres chicas se ahogaban en inmundicias y apenas veían la luz del día, no tenían más contactos sociales que con la madre enferma y jugaban con los ratones que abundaban en la casa y a los que daban apodos.

Las niñas desarrollaban en su cárcel un idioma propio, difícil de comprender para ajenos, según comunicó al periódico la terapeuta que las trata ahora, Waltraud Kubelka, que atestigua a la mayor de ellas padecer de "invalidez psíquico-social" incurable.

Al parecer, la policía no intervino hasta que los vecinos reiteradas veces presentaban denuncias, lo que finalmente llevó a la liberación de las jóvenes.

Ahora la enferma mental se halla en prisión preventiva, en una unidad especial, desde hace un año.

Las autoridades comunicaron que supieron del caso hace un año, pero no permitieron que las informaciones llegaran a hacerse públicas para proteger a las muchachas y por motivos relacionados con las pesquisas judiciales.

La terapeuta declaró a "Österreich" que la mayor de las hijas se encuentra muy mal y que para las otras dos tendrán que pasar años hasta que puedan superar los daños psíquicos sufridos.

En las primeras semanas que las muchachas pasaban bajo tutela de las autoridades, en un establecimiento terapéutico, se escondían en la cocina debajo de un banco, porque allí había menos luz, que no aguantaban, y también tenían la piel muy blanca, como suelen tenerla las personas que nunca salen al aire libre, relató Kubelka.

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