El juicio de Alejandro Sanz se aplaza a petición de la defensa

  • La defensa quiere más tiempo para reunir pruebas.

El abogado defensor de dos ex empleados del cantante español Alejandro Sanz, acusados de extorsionar al artista, pidió a un juez de Miami más tiempo para recabar y analizar las pruebas del caso.

En una audiencia en un tribunal de Miami, repleta de periodistas, Lonnie Richardson, abogado de ambos acusados, presentó la solicitud a la magistrada Cristina Pereyra Shuminer, quien aprobó la petición pese a la renuencia de la Fiscalía.

Los acusados, Carlos González y su esposa Sylvia Helena Alzate, estuvieron presentes en la vista, pero se retiraron durante unos minutos cuando al entrar a la sala observaron un enjambre de periodistas.

La pareja, que presuntamente pidió al cantante 500.000 dólares por su silencio sobre un hijo extramatrimonial, logró evadir el acoso de la prensa y su ausencia obligó a la juez a suspender por un momento la vista tras ordenar a Richardson traerlos de regreso a la sala para poder continuar con el proceso.

Tras finalizar la audiencia, el abogado informó: "hemos reprogramado para abril. El 20 de abril es una fecha inicial de audiencia que podría incluso ser postergada".

El juicio de los ex empleados de Alejandro Sanz estaba previsto para esa fecha y ahora se efectuará el próximo 30 de abril, según el calendario del tribunal divulgado hoy.

"Estamos solicitando más pruebas. Hemos presentado una moción para obtener más pruebas del Estado. Ellos presentaron acusaciones de extorsión y robo y nosotros necesitamos recibirlas", declaró.

El abogado quiere probar su inocencia

Richardson desea escuchar a algunos testigos y la declaración del cantante español, quien no estuvo hoy en la audiencia.

Para el abogado defensor, las acusaciones de extorsión "son falsas" y, al ser consultado si sus clientes se declaran culpables, dijo: "yo creo que ellos son inocentes".

Durante el breve encuentro con la prensa, el letrado también reveló que González y Alzate habían recibido una "muy, muy razonable oferta, pero no es razonable para mis clientes", sin dar más detalles.

Prometió ahondar en el caso la próxima semana, en su oficina, posiblemente con la presencia de los acusados.

Al concluir sus declaraciones, Richardson y la pareja intentaron escabullirse por unas escaleras, pero los periodistas los persiguieron para tratar de arrancarles unas palabras.

La persecución continuó por varias calles aledañas a la sede del tribunal hasta que lograron acorralarlos otra vez. En esta ocasión González, de 37 años y nacionalidad estadounidense, anunció que emitirá una declaración probablemente la próxima semana.

Alzate, de 48 años y origen colombiano, reiteró que no podían declarar sobre el caso de extorsión y robo, y sólo expresó que ambos habían trabajado durante cinco años y medio para el cantante.

Los historia

Según los documentos judiciales obtenidos por Efe, los dos ex empleados del cantante le exigieron dinero para no divulgar la existencia de su hijo Alexander Sánchez Rivera, de tres años, cuya madre es la puertorriqueña Valeria Rivera.

El presunto chantaje lo denunció ante las autoridades estadounidenses Juan Ramón Ramírez, director corporativo de ALJA, filial en el estado de Florida de una empresa de Sanz.

Ramírez dijo que había recibido una llamada telefónica de González en diciembre pasado en la que éste dijo que trabajó para el artista español y "que sabía muchas cosas que podrían perjudicar la reputación de Alejandro Sánchez Pizarro (nombre real del cantante)".

"González amenazó a Ramírez con divulgar cierta información a medios (de comunicación) de España y demandó 500.000 dólares para no hacerla pública", de acuerdo con los documentos.

González también afronta tres cargos de robo en mayor cuantía y su esposa uno por presunta extorsión.

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