El Ministerio Fiscal ha rebajado de 23 a 17 años y seis meses de prisión la petición total de pena solicitada para E.J.F.M., el acusado de matar a su exmujer en la aldea jiennense de Noguerones, perteneciente al término de Alcaudete, en enero de 2012, en la segunda y última sesión del juicio que por este caso se ha celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén, que ya ha quedado visto para sentencia.

En concreto, fuentes del caso han explicado a Europa Press que el fiscal ha rebajado de ocho a dos años y medio la petición de pena de cárcel para el encartado por uno de los tres delitos que le atribuye, el de homicidio en grado de tentativa cometido supuestamente sobre una de sus hijas, al concluir que el procesado "no llegó a alcanzar" a D.F.A. con el cuchillo con el que presuntamente pretendía apuñalarla el 18 de enero de 2012.

De esta manera, el "grado de consumación" del delito varía, y, en consecuencia, también se reduce la pena solicitada, que pasa de ocho a dos años y medio de cárcel, en todo caso por el mismo supuesto, el de homicidio en grado de tentativa.

Además de ese delito, la Fiscalía atribuye en sus conclusiones definitivas al encartado un delito de maltrato habitual por el que pide tres años de prisión, y un tercero de homicidio, con el agravante de parentesco pero con la atenuante de confesión, y por el que solicita doce años de cárcel, de modo que la pena total solicitada por esta parte asciende a 17 años y medio.

Por su lado, la acusación particular ha mantenido su petición total de 33 años de cárcel al considerar al procesado autor de un delito de asesinato —por el que pide 20 años—, de otro de asesinato en grado de tentativa —por el que interesa una pena de diez años de cárcel—, y de un tercero de maltrato habitual en el ámbito familiar que para esta parte debe ser castigado con una condena de tres años.

Según la misma fuente, la defensa ha mantenido su petición de siete años de cárcel para su cliente por un delito de homicidio, si bien a las circunstancias atenuantes de embriaguez y obcecación y arrebato que ya le atribuía ha añadido este jueves, en sus conclusiones definitivas, una más, la de "reparación del daño", ya que la pasada semana el procesado remitió un escrito a sus hijas en el que "les ofrecía el uso de una finca de su propiedad" supuestamente como forma de "reparar" el daño que les habría ocasionado al matar a su madre.

DECLARACIONES

En su declaración, realizada en la jornada de este miércoles, el acusado del crimen admitió ser el autor de la muerte de su esposa, E.A.M., de la que se había separado en 2010, si bien alegó que en el momento en que sucedieron los hechos "no era él" e iba "ciego", al tiempo que aseguró "no recordar" que antes de "pinchar una vez a su mujer" con un cuchillo tratara de apuñalar a su hija D.F.A., como sostienen tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular.

Por su parte, las dos hijas del encartado y la víctima, identificadas como E.F.A. y D.F.A., coincidieron en sus declaraciones, también prestadas este miércoles, en describir una vida marcada por "insultos, amenazas y voces" por parte de su padre cuando aún no se había divorciado de su madre, así como en señalar que le "tenían" y le "tienen miedo".

Así, D.F.A. aseveró que en su casa "había que hacer lo que él quisiera", y que aunque a ella "no le ha golpeado", su madre y su hermana "le contaron que a ellas sí, pero un día que ella no estaba", mientras que E.F.A., que se encontraba viviendo y trabajando en Fuengirola (Málaga) cuando sucedieron los hechos, indicó que "no recuerda" haber recibido "nunca una muestra de cariño" de su padre, que "se metía con ella porque estaba muy delgada".

También explicó que tanto ella como su hermana intentaron animar a su madre para que lo "denunciara", pero ella "no quería porque decía que tenía que ser muy duro para sus hijas ver a su padre en la cárcel".