La medida se hacía necesaria, ya que el 25% de los casos de violencia en el trabajo se producen en los recintos sanitarios, sobre todo en urgencias, donde se registran el 45% del total, y en los centros de atención primaria (el 28%).
Otros datos aclaran que en el 66% de las situaciones el agresor verbal o físico es el paciente –en el resto el familiar–, mientras que la víctima más común es el enfermero, auxiliar y celador.
El motivo de esta situación habría que encontrarlo en la rapidez y la eficacia que buscan los pacientes, además de en la confluencia de enfermos con complicaciones mentales, marginalidad y drogadicción. El registro forma parte de un plan global de seguridad que se quiere implantar y que contempla la prevención, formación, detección, asesoramiento jurídico y rehabilitación de los afectados.
Un paso, pero faltan más
Tomás Pérez. Delegado de prevención de UGT en el clínico.
En los centros sanitarios se percibe un incremento de la agresividad hacia el personal, tanto sanitario (médicos, ATS, auxiliares...), como no sanitario (celadores, auxiliares administrativos...). Este fenómeno es aún más notable en urgencias, muy saturadas y con una apreciable escasez de personal. Se puede entender que los usuarios padezcan una gran presión cuando se hallan junto a alguien enfermo y tienen que esperar horas hasta su ingreso o su alta. Estos hechos son los que derivan, en ocasiones, en situaciones violentas que, a veces, llegan incluso a ser agresivas. Pero hay que ponerse en el pellejo del profesional, de un personal saturado de trabajo, en unas instalaciones obsoletas y sin apenas capacidad para albergar a tantas personas como llegan. También en la unidad de psiquiatría se producen problemas por las especiales patologías que concurren, situaciones que llegan a ser muy violentas. Un paso adelante es, sin duda, la creación del Registro, pero para modificar la tendencia alcista de las agresiones la administración debe ampliar el personal, mejorar las instalaciones, la vigilancia (sólo hay dos guardias de seguridad por hospital) y diseñar una campaña de concienciación ciudadana.
Seguridad. Dos vigilantes
Los sindicatos creen que la vigilancia que hay en los hospitales es escasa. Aseguran que sólo hay dos guardias de seguridad (en el Río Hortega y en el Clínico), que no son suficientes para atajar todos los problemas
que existen.
Denuncias. Se ponen más
La mayoría de los casos de agresiones se resolvían, sin sanciones, con denuncias internas de los profesionales. Sin embargo, en los últimos tiempos ha proliferado el acudir a los tribunales para denunciar formalmente.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios