El consejero de la Presidencia del Gobierno asturiano, Guillermo Martínez, ha acusado de "irresponsabilidad" a la dirección de Izquierda Unida por su negativa a aprobar el proyecto presupuestario de 2014 presentado por el PSOE. El responsable autonómico considera que la coalición "no tiene argumentos" porque el proyecto es similar al del año pasado, apoyado entonces por esta fuerza política.

En la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, Martínez ha evitado asumir públicamente que la comunidad autónoma está prácticamente abocada a una prórroga presupuestaria tras la postura favorable a la enmienda a la totalidad de PP, IU y UPyD. Simplemente, se ha limitado a apelar a la "responsabilidad" de los grupos para no dejar a Asturias sin presupuestos en 2014.

Martínez ha dejado caer que tras las razones dadas por IU pueda haber posiciones electorales, y la pretensión de "infringir una derrota parlamentaria" al Gobierno autonómico. En su opinión, los argumentos de la coalición "se desmontan fácilmente". "Son unos presupuestos con la misma estructura que los del año 2013, que sí apoyó Izquierda Unida", ha explicado, puntualizado que incluyen un 67% de gasto social.

En lo referente a la reforma fiscal, uno de los ejes de la negicación entre ambas fuerzas, el consejero ha recordado que en aquella ocasión se planteaban revisiones al alza del IRPF, de Sucesiones y de Patrimonio, que también están incluidas en el actual, pero en el caso del proyecto de 2014, con una subida de recaudación de hasta 8,5 millones de euros.

Ha rechazado esa supuesta imagen de "aislamiento" del Gobierno al no encontrar aliados en esta materia. "Las propuestas fiscales de Izquierda Unida cuentan con el apoyo de cinco diputados, y las de la reforma electoral, tienen el apoyo de seis (los cinco de IU más el de UPyD), mientras que el PSOE tiene 17, por lo tanto el único aislamiento se podría aplicar a otras formaciones políticas".

Tras demandarle los medios una previsión realista de lo que puede pasar este viernes, en la votación plenaria en la que se abordará el tema, el consejero matuvo su "llamada a la responsabilidad" al resto de grupos, aunque asumió que si tal llamamiento no es atendido, el presupuesto quedará sin aprobar. Ha pedido, por tanto, que "se aparquen otras cuestiones que no tengan nada que ver con las presupuestarias".