La Fiscalía de Cantabria ha solicitado una pena de cinco años de cárcel y multa de 7.200 euros para cada uno de los dos socios de una promotora inmobiliaria acusados de quedarse con 97.000 euros para mejorar y acabar un chalé en Boo de Piélagos que no se llegó a terminar.

El fiscal entiende que los hechos, que serán juzgados este lunes y, previsiblemente, el martes 17, a partir de las 9.30 horas en la Sección Primera de la Audiencia de Cantabria son constitutivos de un delito de estafa.

Según el escrito del Ministerio Público, los acusados eran socios de una promotora inmobiliaria, que suscribieron con un comprador un contrato de compraventa para la construcción de un chalé en Boo de Piélagos.

Pese a la precaria situación financiera de la empresa, simularon normalidad y cobraron al comprador 97.000 euros destinados a mejorar y concluir el inmueble.

Por esas fechas, los acusados habían comunicado a los trabajadores que la sociedad iba a ser disuelta. Mientras, las cantidades entregadas no fueron devueltas y la obra no se finalizó.

El Fiscal califica los hechos como un delito continuado de estafa, por lo que solicita una condena cinco años de cárcel y multa de 7.200 euros para cada uno. Asimismo, deberán indemnizar al comprador con 97.398 euros, la cantidad que éste les entregó y que nunca fue devuelta.