Un padre, una madre y sus dos hijos. Es la definición más extendida de familia que nos encontraremos desempolvando cualquier libro de Ciencias Sociales de la extinta EGB. No refleja, sin embargo, la realidad actual de la familia española, inmersa en una profunda trasformación desde mediados del siglo XX.

Mostrarle a la sociedad los nuevos tipos de familia homoparentales y monoparentales ha sido la intención de Galehi, la asociación de gais y lesbianas con hijos/as, que ha elaborado un calendario con retratos que reflejan estas realidades que han logrado penetrar con normalidad en nuestro entorno.

"Nuestra intención es reivindicar visibilidad, luchar por los derechos adquiridos y que se reconozcan otros modelos de familia", asegura a 20minutos Gloria Fortún, presidenta de Galehi, de 36 años, que tiene una niña biológica de tres años con Silvia, su mujer.

Para Gloria, la sociedad española ya tiene estos cambios asimilados desde hace tiempo: "Creo que con la aprobación de la ley de matrimonio homosexual se ha demostrado que nuestra sociedad ha aceptado sin sobresaltos que existan otras alternativas a la familia tradicional".

La misma perspectiva tiene Jesús Santos, ingeniero de 41 años, aunque reclama algunos cambios legislativos. "La sociedad española lo acepta y ha demostrado ser lo suficientemente madura. Es cierto que aún quedan algunas cosas que conseguir dentro de nuestra legislación y por eso para nosotros es importante hacernos visibles y demostrar que estamos ahí para luego reclamar esos espacios", sostiene.

Concretamente, Jesús, que tiene, junto a David, su pareja, un niño de 11 años llamado Gabriel, se refiere a la negativa del Gobierno a que las parejas de lesbianas puedan acceder a la reproducción asistida en la sanidad pública.

"Esto es un retroceso que va claramente en nuestro perjuicio y es uno de los puntos que hay que recorrer", sostiene. Otra de sus reivindicaciones es que inscribir en el Registro Civil a sus hijos "es bastante más complicado que una pareja heterosexual".

Por ello, Jesús considera que la admistración "discrimina" a su colectivo y pone el acento en el tema de las adopciones, sobre el que señala que "ha habido un retroceso". "Actualmente es casi imposible acceder a una adopción internacional como hice yo hace nueve años en Rusia", afirma con rotundidad.

El tema más delicado en todo este proceso es intentar que los niños asuman con normalidad una situación que a su alrededor no es la predominante. "Nuestros hijos están acostumbrados a ver parejas homoparentales y familias como la suyas", dice Gloria Fortún, que reconoce en ocasiones "tenemos que ir demostrando que somos normales en todas partes".

"En mi caso, mi hijo no tiene ningún problema ni pudor en decir en el colegio que tiene dos padres. Imagino que en la adolescencia será diferente y es un tema que tendrá que gestionar. Me preocupa más que saque sus estudios en el instituto a que alguien le pueda discriminar por ese motivo. Evidentemente es una situación que su puede dar en el futuro, pero que le estamos dando las herramientas suficientes para afrontarlo", concluye Jesús Santos.