El sector almadrabero hace un llamamiento al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y a los eurodiputados españoles para que entiendan la "necesidad de que las almadrabas y los almadraberos sean definidos en el nuevo Fondo Europeo Marítimo y Pesquero" 2014-2020, que está en estos días en discusión en Bruselas.

Piden un esfuerzo en este sentido, ya que es "vital para la supervivencia del sector" tras la decisión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) de no incrementar la cuota "pese a la recuperación de la especie".

Así lo ha indicado a Europa Press el presidente de la almadraba de Tarifa (Cádiz), Luciano Muriel, tras mantener un encuentro con los comités de empresa del resto de almadrabas gaditanas y la Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Almadraba para analizar la situación. Explica que están "igual que el año anterior" —657 toneladas para las cuatro almadrabas— y con la "incertidumbre a cuestas".

Quieren actuar "ahora que todavía hay margen" para que se les defina como pescadores y, así, "poder acceder a los fondos igual que los demás" y "luchar por el mantenimiento de los puestos de trabajo" hasta que se autorice por Iccat una subida "considerable" del Total Admisible de Capturas (TAC). Ocurre que la próxima evaluación del stock no está prevista hasta el año 2016 y "hay que aguantar el tirón hasta entonces".

Entienden que de Europa podrían obtener financiación para convertir las almadrabas en Observatorio Científico del Atún, lo cual "da un respiro" al sector —permite completar la duración de una campaña normal— y, además, permitiría "solventar la falta de datos científicos que se ha puesto de manifiesto".

En esta misma línea se ha expresado la directora gerente de la OPP de Almadraba, Marta Crespo, que destaca "la necesidad imperiosa de salvar esta campaña" y subraya que los datos obtenidos por dicho observatorio científico "no beneficia solo a las almadrabas y a los almadraberos, sino a toda la comunidad de pescadores que se dedican al atún rojo".

"Ha llegado el momento de que, de una vez por todas, el arte de pesca más antiguo de occidente sea reconocido en la Política Pesquera Comunitaria", reivindica Crespo, que advierte de que la inclusión de la definición de almadraba dentro del concepto de pesca artesanal en el reglamento de base del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero es "un paso, pero no es suficiente".

"oportunidad única"

Hay una "oportunidad única" para que la Administración española defienda que la definición de almadraba y almadrabero se incluya en el reglamento definitivo para que "sean reconocidos y dejen de estar en el limbo". Recuerda se trata de una reivindicación histórica del sector, poniendo así fin a situaciones que "no tienen sentido", señalando como ejemplo que "si se hiciera una parada de pesca de atún rojo, todos los pescadores percibirían ayudas menos los almadraberos".

Confían en que Bruselas tenga "sensibilidad" y entienda "la necesidad de las almadrabas" en tanto que se eleve el TAC, recordando que "no tenemos otra especie de la que vivir más que del atún". Dice Muriel que están dispuestos a "ir donde tengamos que ir para luchar por nuestros puestos de trabajo" y, en este sentido, ha anunciado que van a solicitar la convocatoria de la Plataforma en Defensa de las Almadrabas —integrada, entre otros, por los alcaldes de Barbate, Conil y Tarifa, los comités de empresa de las almadrabas de dichos municipios y de Zahara, sindicatos y patronal—.

Desde la OPP destacan que la almadraba es un método de pesca tradicional, fijo y selectivo, dirigido a la captura de atún rojo, practicado desde hacer unos 3.000 años en aguas próximas al Estrecho de Gibraltar y que se mantiene "prácticamente igual que desde tiempos de los fenicios".

Ahora, "el futuro de las almadrabas depende de la definición que quieran darle en las negociaciones de la Política Pesquera Común en Bruselas", por la que consideran que está "luchando fehacientemente el ministro Miguel Arias Cañete". Del resultado de esta negociación dependen "400 puestos de trabajo directos y unos 1.200 indirectos" en una zona castigada por el desempleo.