Un joven acusado de arrollar mortalmente a otro con el que discutió al salir de una discoteca de la localidad valenciana de Ribarroja del Túria ha defendido ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia que no lo vio y que no tuvo conciencia del atropello. También ha indicado que ese día iba "muy ciego" porque había consumido alcohol y cocaína.

El joven, de 23 años en el momento de los hechos, se enfrenta a una pena de 21 años de prisión por un delito de asesinato y otro de lesiones con instrumentos peligroso, tal y como solicita el ministerio fiscal en su escrito de calificación provisional.

Los hechos se remontan al 7 de agosto de 2011, en las inmediaciones de una discoteca ubicada en el polígono La Reva de Ribarroja, donde el acusado mantuvo una discusión con un grupo de jóvenes al salir del local, sobre las 8 horas. Al respecto, éste ha reconocido que hubo un "incidente" porque varias personas se habían metido con una amiga suya que le acompañaba.

Acto seguido, el acusado, a quien le constan antecedentes por un delito de robo con violencia e intimidación, ha explicado que le dijo a sus dos amigas que subieran al coche para irse. Tras arrancar, salió conduciendo un número no determinado de metros hasta que al final de la calle —según indica el fiscal— tomó la determinación de atentar contra la integridad física del grupo de jóvenes con el que había discutido, por lo que giró bruscamente el vehículo y aceleró para regresar al punto inicial.

En medio de la calle se encontraba la víctima, de 39 años, bajo los efectos del alcohol por haber estado durante toda la noche de fiesta con sus amigos. En ese momento estaba agachado bailando, si bien "era visible desde el vehículo conducido por el acusado", puntualiza el ministerio público.

El acusado, con la intención de acabar con la vida de la víctima, a la que había avistado desde su coche, aprovechó que ésta estaba desprevenida bailando y le arrolló, lo que le causó la muerte. Acto seguido volvió a dar la vuelta bruscamente al final de la calle y aceleró contra el grupo de jóvenes que allí se encontraban, quienes tuvieron que apartarse para no ser atropellados. En concreto, uno de ellos resultó herido. Posteriormente el acusado se marchó del lugar en su coche.

"perdí el control"

Frente a este relato, el procesado ha mantenido durante el juicio que cuando se subió al coche para irse, empezaron a lanzarle piedras y "una persona metió la mano por la ventanilla", lo que le hizo "perder el control" del coche y chocar contra otro turismo.

"Salí dando tumbos con el coche y no tuve conciencia del atropello", ha afirmado el acusado, quien ha reiterado que no vio a la víctima y que tampoco lo "notó" cuando le arrolló. "Iba muy ciego de alcohol", ha dicho, ya que ha indicado que esa noche bebió una botella de Wodka y también consumió cocaína.