Noviembre ha sido, en general, un mes frío y muy húmedo. Las temperaturas han dejado un noviembre de carácter frío en los valles cantábricos, y normal en el litoral y los valles interiores. En cuanto a la precipitación, ha resultado muy húmedo en toda la región.

Así lo ha indicado la Delegación Territorial en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en su avance provisional del mes, en el que ha especificado que el primer tercio de noviembre ha estado marcado por el paso de sucesivos frentes atlánticos que han dejado lluvias abundantes, con viento intenso, en un ambiente térmico general suave.

Los días 5 y 7, entre el paso de una perturbación y la llegada de la siguiente, se alcanzaron los valores de temperatura más altos de todo el mes.

En la segunda decena se inició un progresivo descenso térmico que vino acompañado de precipitaciones casi a diario, que fueron de nieve en la cordillera y especialmente abundantes e intensas entre los días 19 a 21.

La última semana del mes ha remitido levemente la precipitación, pero se ha acentuado el ambiente frío. Los últimos días se han producido heladas moderadas en las comarcas del Ebro y en zonas de montaña.

En el observatorio del aeropuerto de Parayas el sol se ha visto menos de 38 horas en todo el mes, lo que supone el valor de insolación más bajo en un mes de noviembre desde 1980.

La temperatura máxima más alta, 25,2 grados centígrados, se registró el día 2 en Soba Alto Miera, y la mínima más baja, -5, el día 28 en Nestares.

Por su parte, la máxima precipitación recogida en 24 horas fue de 92,6 litros por metro cuadrado el día 15 en Tresviso. Y la racha máxima de viento alcanzó los 108 kilómetros por hora el día 4 en Tresviso.