El consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera, ha pedido este viernes la retirada de las cuchillas colocadas por el Gobierno central en la valla de Melilla por tratarse de una "deshumanización deplorable".

Tras la presentación en Sevilla de las jornadas 'La inmigración en tiempos de crisis', De Llera ha calificado la verja como "una barrera cruenta marcada por unas cuchillas que desgarran a personas que buscan una vida un poco más digna", a lo que ha añadido que "me avergüenza ser español si el Gobierno de Mariano Rajoy mantiene esa postura".

Asimismo, el consejero ha señalado que "no se puede dejar" que en Andalucía haya picos de xenofobia o racismo, y ha comparado la verja de Melilla con los limes que construyó el Imperio Romano para defenderse de los bárbaros; "estos limes fueron el origen de la decadencia del imperio, y estas barreras, como la verja, son los limes de la actualidad".

De otro lado, y sobre la opinión de la sociedad andaluza acerca de la participación ciudadana de los inmigrantes, el estudio de Opiniones y Actitudes de la Población Andaluza ante la Inmigración realizado en 2013 por el Observatorio Permanente de las Migraciones (OPAM), presentado este viernes por el titular de Justicia e Interior, ha revelado que dos de cada tres andaluces apoyan que la población inmigrante participe en todos los ámbitos de la sociedad.

De igual modo, la encuesta del OPAM refleja que el 70 por ciento de la ciudadanía andaluza mantiene un contacto directo con la población inmigrante y "una elevada cota de empatía hacia ella, pese a la situación de crisis económica que padece el país y el aumento de la tasa de desempleo".

Así, De Llera ha destacado que, pese a las dificultades económicas, se mantiene entre la población andaluza "un apoyo mayoritario a que los inmigrantes tengan acceso a una serie de derechos de participación social y política", a lo que ha agregado que "la Comunidad es un ejemplo de armonía, cordialidad y convivencia, de forma que, según el estudio de la OPAM, distingue claramente las adversidades económicas y las relaciones humanas".

En la misma línea, el consejero ha puesto de relieve el "espíritu solidario, humanitario e integrador" de la sociedad andaluza en estos tiempos difíciles y ha señalado que "a los políticos nos corresponde crear las condiciones para que esta madurez cívica pueda sostenerse en el tiempo", que ha resaltado el trabajo del OPAM, observatorio dependiente de la Consejería de Justicia e Interior.

No obstante, De Llera ha criticado las políticas de otras administraciones con respecto a la inmigración, como la central o la comunitaria, "por haber endurecido las condiciones de vida de la población extranjera y disminuido los derechos que le asisten". Por ello, "desde el Gobierno autonómico mantenemos el apoyo a la población inmigrante, pese a las dificultades económicas y presupuestarias, porque las políticas migratorias son absolutamente prioritarias porque son políticas que van destinadas a las personas, que son el objetivo principal de la Junta", ha precisado.

Al respecto, el consejero ha destacado las iniciativas que propician la mejora de la integración y la convivencia, y la apertura de espacios de participación, como los foros ciudadanos que ha organizado la Consejería de Justicia e Interior en diferentes capitales andaluzas para impulsar la participación democrática de la población inmigrante en la sociedad civil a fin de lograr su plena integración en nuestra comunidad.

ESTABILIZACIÓN

Por otro lado, el estudio evidencia "una clara estabilización de la situación administrativa de los inmigrantes en Andalucía y del número de ocupados con nacionalidad extranjera", aunque se deterioran las condiciones de estos trabajadores y se ensancha la brecha que los separa de la mano de obra nacional. Además, se constata que en los años de crisis "no ha disminuido de forma desproporcionada el número de empleados extranjeros, con relación a su peso entre la población activa".

El hecho emigratorio, de acuerdo con las conclusiones del estudio del OPAM, "emerge como un rastro estructural de la sociedad española y andaluza", y, por tanto, "es de esperar que una amplia mayoría de las personas que en su día eligieron España como lugar de residencia y trabajo permanezcan aquí a pesar del empeoramiento del contexto económico".