La madre de la niña de 18 meses que murió decapitada por su padre en Girona —en noviembre de 2011— padece una depresión grave por este crimen que incluso ha provocado que intentara suicidarse en más de una ocasión, ha informado este miércoles el fiscal del caso.

La mujer, que tenía que declarar este martes en el juicio, sufrió una indisposición antes de entrar en la sala y ha estado en observación médica el último día en el Hospital Josep Trueta de Girona, hecho que ha impedido que declarara en la Audiencia provincial.

Así, el fiscal y el abogado de la defensa han aceptado renunciar a este testigo por su delicado estado de salud, "depresivo y angustiado", al tener que sentarse —si hubiera declarado— ante su exmarido y presunto autor del asesinato de su hija.

En las conclusiones del juicio, el fiscal ha mantenido este miércoles la petición de 19 años de cárcel para Marcelo R. por un delito de asesinato con traición y al reafirmar, después de que declararan los peritos médicos, que no sufre ninguna enfermedad mental.

Mientras, el abogado de la defensa ha modificado su calificación y ha solicitado ahora 10 años de internamiento psiquiátrico —inicialmente pedía 15 años— al considerar que se tendría que aplicar un eximente incompleto al condenado por su estado mental, puesto que los médicos forenses han asegurado que sufría una afectación psiquiátrica "moderada".