Abrigos y guantes para ir al Miguel Hernández

Los padres estudian movilizarse.
Los niños del Miguel Hernández, en la calle Éfeso, no se quitan sus abrigos, bufandas, guantes y gorros cuando llegan al colegio. Hay calefacción, pero no ha funcionado todavía.

En septiembre la dirección pidió combustible para la caldera, pero nunca llegó. Entró el otoño y con él los abrigos en clase. El tiempo pasó, pero no por eso llegó la solución. Al revés, la situación empeoró. Hace mes y medio «nos dicen que hay que cambiar la caldera», denuncian los padres. Solución: más ropa de abrigo para los alumnos.

Entró el invierno, aumentaron las quejas y también los problemas. Primero las obras afectaron al sistema eléctrico del centro. Luego, cambió la empresa encargada de la nueva instalación. Después, la nueva caldera «se pasó tres semanas en la puerta sin instalar»... Solución: más abrigo.

La paciencia se ha acabado. Los padres exigen al Ayuntamiento  «una respuesta urgente y, al menos, calefactores en las aulas hasta que la calefacción funcione». Además, van a estudiar no dejar entrar a sus hijos en clase si todo sigue igual.

Maite Escobar. Madre afectada. «Muchas veces los niños están mejor en el patio que en sus propias aulas. Hay muchos alumnos que están resfriados, pero ¿cómo puedes demostrar que es una consecuencia de que no haya todavía calefacción?».

Dolores Reina. Madre de alumno. «Los niños parece que van a ir a esquiar en lugar de ir a clase. Y aun así, hay muchos niños que están faltando por culpa del frío. No hay derecho a que estén así, porque para eso pagamos nuestros impuestos».

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