Las declaraciones del presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien el miércoles advirtió a las "instituciones españolas" que Cataluña podría "paralizar la economía española durante una semana" para conseguir celebrar la consulta soberanista, le han valido un gran número de críticas y algunos han llegado a exigir al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que le desautorice.

Una de ellos ha sido la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha calificado al presidente de ERC, Oriol Junqueras, de "kamikaze" al considerar que la propuesta de Junqueras es una "gravísima irresponsabilidad" y un "disparate público". Lo ha dicho, precisamente, en Sant Vicenç dels Horts Barcelona), localidad de la que es alcalde el republicano.

"Cuando en Cataluña y en el resto de España lo que necesitamos es recuperar la actividad económica para salir de la crisis, los catalanes no nos podemos permitir un político irresponsable e insensato que es capaz de sacrificar la economía catalana con el único objetivo de la independencia y de enfrentarse a España", ha dicho Sánchez-Camacho, quien cree que las declaraciones de Junqueras demuestran que "no le interesan los problemas de los catalanes".

Es por ello que ha hecho "un llamamiento a CiU para que no se deje arrastrar por los insensatos políticos de ERC" y ha exigido a Mas que le "desautorice de manera urgente". De no hacerlo, "estará haciendo será justificar algo que es gravísimo para la recuperación de Cataluña", ha agregado.

El portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, se ha mostrado muy crítico con las palabras de Junqueras, que a su juicio reflejan un "extremismo muy preocupante" que su partido "rechaza frontalmente". Por eso, ha formulado la misma petición que la popular aunque ello, ha dicho, le cueste el apoyo de los independentistas a los Presupuestos de la Generalitat para 2014.

Este tipo de "amenazas", ha advertido, pueden hacer "imposible" alcanzar un acuerdo entre el Gobierno y el ejecutivo catalán para la celebración de una consulta soberanista: "Estas declaraciones no ayudan ni al consenso ni al diálogo", ha agregado Lucena, quien calcula que un paro de la economía de una semana tendría un coste de casi el 2% del PIB catalán y un asalariado con un sueldo de 1.000 euros cobraría 750 euros.

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, ve desafortunada la propuesta —que "no tiene cuatro dedos de frente"— porque afectaría "gravemente" a los intereses económicos y sociales de Cataluña y daría un mensaje negativo a la Unión Europa. En este sentido, el democristiano ha lamentado que Junqueras hiciera las declaraciones, precisamente, en Bruselas.

Ante el aluvión de críticas, el líder de ERC ha matizado este jueves sus declaraciones y ha indicado que lo de frenar la economía catalana durante una semana "es más una demostración de fuerza ante el Gobierno que una propuesta en firme". En su opinión, la medida "sería posible y serviría para contrarrestar las negativas del ejecutivo de Rajoy a las peticiones de consulta que se formulan desde Cataluña.

Un día después, ha precisado que "quien quiera interpretar que esto quiere decir necesariamente una huelga es una interpretación muy forzada, porque yo no utilicé esta palabra en ningún momento, —ha aclarado—, aunque insisto, esto lo tendrá que decidir la sociedad catalana, a través de sus partidos políticos, de sus sindicatos y sus entidades". En cualquier caso, "hay cosas que hace falta hacerlas a veces, y lo único que se necesita es que quede claro que podríamos llegar a hacerlas", ha agregado.