Los responsables de la base española Gabriel de Castilla, en la isla antártica de Decepción, han constatado que el buque turístico noruego que encalló frente a ellos ha provocado un vertido de carburante que ha llegado a la costa, una zona de especial protección medioambiental.
Según informó el jefe de la misión, el comandante Rafael Ayora, el vertido ha sido en la bahía "dentro" de la isla, es decir en un área especialmente protegida, entre las Colatinas y Punta Penfold.
Los pasajeros del buque Nordkapp, que llevaba 295 pasajeros y 76 tripulantes, fueron evacuados ayer mismo por otro barco de la compañía Hurtigruten, el NordNorge.
El barco encalló entre el lunes y el martes y ayer pudo remontar la situación y navegar hasta el centro de la bahía, en el puerto Foster, donde permanece.
"Situación controlada"
A pesar de las reiteradas llamadas desde la base al capitán del barco ofreciéndole ayuda, éste rechazó todos los ofrecimientos porque, según les dijo, "la situación estaba controlada".
"Hoy es un día triste para todos los que desde hace años hemos dedicado tantos esfuerzos en la conservación de esta maravilla de la naturaleza", añadió Ayora.
Los responsables de la base han tomado muestras de las aguas de la bahía, que están analizando.
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