La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) ha considerado que la evolución del IPC refleja que la actividad de las empresas y el consumo, pese a la leve mejora de los datos macroeconómicos, se encuentra "todavía en una situación muy deprimida", por lo que reclama que se relaje la presión fiscal y que fluya el crédito para las empresas y las familias y así impulsar la actividad productiva, el consumo y, con ello, la generación de empleo.

En una nota, la CEA ha señalado que, en octubre, los precios de consumo aumentaron en España un 0,4 por ciento respecto al mes anterior. La tasa de inflación se redujo cuatro décimas, hasta el -0,1 por ciento, volviendo a tasas negativas, lo que no sucedía desde hace cuatro años, en plena primera recesión. Por su parte, la inflación subyacente se redujo seis décimas, hasta el 0,2 por ciento.

Por su parte, los precios de consumo en Andalucía aumentaron un 0,4 por ciento en octubre, situando la tasa de inflación en el -0,1 por ciento. Por provincias, con variaciones mensuales entre el 0,2 por ciento y 0,6 por ciento, la tasa interanual se situó entre el -0,3 por ciento en Almería y Málaga y el 0,2 por ciento en Huelva.

Los datos de inflación reflejan los ajustes en precio que existen en los mercados de consumo, donde las ofertas tratan de competir por una demanda muy exigua, tanto por la menor renta disponible como por el nivel de ahorro de los hogares nacionales, cuyo consumo sustenta históricamente el comportamiento de la economía nacional.

Tras desprenderse de los efectos derivados de las subidas impositivas de 2012, los precios de consumo han vuelto a tasas negativas, algo que no sucedía desde octubre de 2009, cuando abandonaron un periodo de ocho meses en negativo. A su vez, el indicador estructural mantiene una línea descendente desde primeros de año y también regresa a registros históricamente bajos y muy próximos al crecimiento nulo.

Una evolución que en España está siendo más pronunciada que de media en los países del euro, y ahora arroja un diferencial favorable para la competitividad precio de los productos nacionales en el principal mercado exterior; si bien, la demanda interna en la zona se halla también bastante deprimida.

Por ello, la CEA manifiesta que es un imperativo reactivar el consumo de las familias españolas, para lo que hay, "no sólo que mejorar expectativas a futuro, sino sobre todo articular medidas concretas y urgentes que retroalimenten la mejoría que se percibe en los escenarios macroeconómicos a partir de la recuperación de la actividad y el empleo en nuestras empresas; es decir, desde la recuperación de la microeconomía de nuestras empresas y familias".

En este sentido, la Confederación insiste en que hay mejorar la eficiencia en los mercados nacionales y la calidad del entorno empresarial, solucionar definitivamente los problemas de acceso a la financiación externa, y dotar de un mayor estímulo fiscal a la actividad y el empleo.