La Guardia Urbana de Barcelona ha detenido a seis personas acusadas de cultivar la plantación de marihuana más grande de Cataluña, que estaba en una nave industrial abandonada del barrio del Poblenou de la capital catalana, donde los agentes se han incautado de 2.446 plantas y 25 kilos de cogollos preparados para su venta.

Según ha informado la Guardia Urbana, la plantación tenía instalada un sofisticado sistema tecnológico que incluía una depuradora de agua y una red eléctrica especial.

El hallazgo de la plantación de produjo el pasado jueves, día 7, cuando los agentes recibieron la confidencia de un ciudadano que sospechó de los movimientos de entrada y salida de la nave de varios hombres con actitudes que levantaron sus recelos. La Guardia Urbana observó que en la nave siempre había un hombre vigilando la entrada.

Tras observar que un hombre que salió de la nave arrojó una bolsa de basura al contenedor, los agentes registraron la bolsa y encontraron unos guantes de látex y restos de marihuana.

Cuando los policías entraron en la nave para confirmar sus sospechas encontraron una sofisticada instalación eléctrica, de agua, de ventilación y de filtrado de olores que había convertido la nave en un invernadero adecuado para la plantación de 2.446 plantas de marihuana. Las plantas estaban divididas en cuatro habitáculos diferentes y separados por puertas antiincendios.

Según la Guardia Urbana, los 25 kilos de cogollos intervenidos que estaban preparados para vender tienen un valor en el mercado negro de la droga de unos 125.000 euros, mientras que de las 2.446 plantas se podrían haber obtenido otros 488 kilos de cogollos, con un valor de más de 2,4 millones de euros.

Los seis detenidos, acusados de un delito contra la salud pública, son: Juan M.B., de 33 años; Albert M.P., de 22; Ron J., de 38; Alexander J.L.M., de 26; Niel E.T., de 24; y Jordi I.R. Tras las detenciones, la Guardia Urbana puso a disposición de los Mossos d'Esquadra a los detenidos para que sean conducidos ante el juez, mientras que las plantas y todas las herramientas permanecen inmovilizadas en la nave bajo custodia policial hasta que la autoridad judicial decida sobre el destino de la plantación.