Un residente del número 5 de la plaza del Caño Argales avisó ayer a la Policía porque hacía tiempo que no se cruzaba en el portal a su vecino del cuarto, nadie contestaba al timbre y además salía un raro olor de su domicilio.

Al abrir,  el olor se intensificó, lo que hacía presagiar el fatal desenlace, que se confirmó cuando los Bomberos abrieron el domicilio y encontraron el cuerpo de R.A.A., de 71 años, que vivía solo.

Estaba en avanzado estado de descomposición, sin signos de violencia, por lo que los agentes se decantan por una muerte natural, si bien esperan el resultado de la autopsia.

Su perro también murió

En la misma vivienda, los agentes también encontraron los restos del perro con el que vivía el fallecido, que también había muerto junto a su dueño.

El cadáver se lo llevaron los empleados del servicio de salud del Ayuntamiento.

"Vivía solo y la última vez que le vi, hace dos o un mes, me pareció que tenía mala cara. Aunque le dije que si le acompañaba al médico o llamaba a una asistente social, me dijo que no", relató a 20 minutos el vecino que avisó a la Policía.

Los agentes notificaron el hallazgo al forense y al juez de guardia para que procediera al levantamiento del cadáver.

El proceso se prolongó desde las 15.30 horas que la Policía Municipal recibió el aviso hasta las 18 h, cuando se llevaron el cuerpo los empleados de la funeraria Nevasa.