Ecologistas en Acción cree que el simulacro de accidente nuclear CURIEX es un "derroche" y una "burla" a la ciudadanía

La organización Ecologistas en Acción ha calificado como un "derroche de dinero público" el simulacro de accidente nuclear celebrado en Cáceres desde este martes y ha añadido que el ejercicio resultaría "insuficiente" en caso de que se produjera esta emergencia en la realidad.
Simulacro de Emergencia Almarz
Simulacro de Emergencia Almarz
EUROPA PRESS
Simulacro de Emergencia Almarz

La organización Ecologistas en Acción ha calificado como un "derroche de dinero público" el simulacro de accidente nuclear celebrado en Cáceres desde este martes y ha añadido que el ejercicio resultaría "insuficiente" en caso de que se produjera esta emergencia en la realidad.

Así, han calificado el Ejercicio de Respuesta Internacional Urgente en Cáceres (CURIEX) como una "burla" a la ciudadanía porque el simulacro contempla la evacuación de la población en el radio de 10 kilómetros de la central nuclear de Almaraz, mientras que en el accidente de Fukushima se evacuó el radio de 40 kilómetros por hora.

"Es un derroche de dinero público y además resultaría insuficiente en caso de una fuga radiactiva grave", ha asegurado Ecologistas en Acción en el que recuerda que las centrales nucleares en España podrían cerrar sus puertas sin hacer peligrar el suministro de electricidad.

"Seguir manteniendo en funcionamiento el parque nuclear es peligroso y caro, pero el precio lo paga la sociedad, mientras los beneficios fluyen hacia las empresas que gestionan las centrales", ha subrayado la organización.

A su juicio, el despliegue de más de 5.000 actuantes, cientos de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Ejército, equipos de cinco países y observadores internacionales con un presupuesto de 600.000 euros (el 85% financiado por la CE) sería "innecesario si la central, de 30 años de antigüedad" cerrase sus puertas.

Además, en un comunicado Ecologistas en Acción asegura que la energía nuclear es "peligrosa" y sale cara a la ciudadanía, y se plantea qué pasaría en una situación real en la que no esté todo ya preparado y dispuesto y en la que el pánico cunda entre la población.

"Realizar un simulacro de estas características es una burla a la inteligencia colectiva, cuando la energía nuclear es prescindible en el estado español. El peligro sigue ahí mientras no se cierren este tipo de instalaciones, porque hay una realidad, y es que la radiactividad mata", añade.

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