Los trabajadores de Cruz Roja de la provincia de Badajoz iniciarán a partir de este martes una serie de protestas para exigir a la organización que firme la retroactividad del convenio hasta ahora en vigor mientras se negocia un nuevo convenio.

Algunos trabajadores han ido a trabajar vestidos de negro bajo el lema "estamos de luto por nuestros derechos" y este martes iniciarán semanalmente lo que han denominado los "martes negros", día en el que saldrán a las 10,00 horas, durante 20 minutos, a las puertas de los centros de trabajo vestidos de negro para manifestarse y repartir información.

Esta medida ha sido anunciada este lunes por el presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Martínez; la secretaria de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CCOO, Mari Luz Bernardo; y la secretaria de Administración de la Federación de Servicios de UGT, Ana Isabel de los Santos.

"Si en el plazo de una semana no se firma la retroactividad nos iríamos a la mediación por conflicto colectivo", según la representante de UGT, quien ha asegurado que si finalmente no se alcanza un acuerdo se iría "a la huelga".

Ana Isabel de los Santos ha explicado que el convenio que ha estado en vigor hasta el pasado 31 de octubre era del 2005 y tenía de vigencia hasta el 2009, "y a partir de esa fecha se fue renovando año tras año hasta que después de la reforma laboral Cruz Roja denunció el convenio el 31 de octubre del 2012".

Hasta este lunes, según el presidente del comité de empresa, no se ha aprobado el calendario de la negociación ni la propuesta de convenio, por ello tanto el comité de empresa como los sindicatos UGT y CCOO han pedido a la oficina provincial de Cruz Roja "que retome con seriedad la negociación y que mantenga la retroactividad del convenio actual mientras se firma el nuevo convenio".

En otras provincias se ha aceptado la retroactividad, como es el caso de la Cáceres, por lo que, como ha indicado Miguel Ángel Martínez, no se entiende "como hay una Cruz Roja para unas provincias y otra para otras".

El presidente del comité de empresa ha recordado que esta situación afecta a los 140 trabajadores que la organización tiene en la provincia de Badajoz, sin embargo ha asegurado que se intentará que las protestas "no afecten" a las personas que se atienden desde Cruz Roja. "No queremos que sean nuestros rehenes", ha indicado.

En este sentido, ha explicado que los trabajadores siguen cumpliendo con sus funciones "y hacen suyos los principios de Cruz Roja, se da la circunstancia de que algunos de ellos fuera de su jornada laboral son voluntarios".