Más de un año después de que un violento brote de una cepa de tuberculosis causara la muerte de 52 de los 53 infectados en una zona rural de Sudáfrica, los expertos han advertido de que se corre el riesgo de que la enfermedad se extienda a países vecinos.

Algunos expertos han reclamado acciones urgentes para detener el avance, ante lo que consideran una respuesta muy débil del gobierno sudafricano.

La extensión de esta cepa podría cobrarse la vida de millones de personas en el África subsahariana, según el New York Times.

Sin embargo, el director de los programas nacionales de lucha contra la tuberculosis ha dicho que tales hipótesis son infundadas y que los dirigentes estaban haciendo todo lo posible para combatir la enfermedad.

Esta cepa de tuberculosis, conocida como XDR (siglas inglesas por 'extremadamente drogo-resistente') no puede ser tratado con la mayoría de los medicamentos de primera y segunda línea de ataque al microbio de la tuberculosis, y algunos médicos la consideran incurable.

Desde que fue detectada por primera vez el año pasado en la provincia de KwaZulu-Natal, sobre el océano Índico, se hallaron casos en 39 hospitales de otras ocho provincias sudafricanas.

Los expertos han dicho que es muy probable que la enfermedad ya haya llegado a Lesotho, Suazilandia y Mozambique -países limítrofes con Sudáfrica y que comparten mano de obra migrante- y también a Zimbabue, de donde llegan al año cientos de miles de refugiados.

Nadie puede decir con exactitud si esto es así, porque estos países no cuentan con los laboratorios para asegurarlo, pero tampoco tienen el dinero y el desarrollo necesarios para detener la posible epidemia.

Hay otros países, como China o Rusia, en donde han aparecido casos de tuberculosis XDR debido a la falta de adecuados programas de tratamiento.

Sin embargo, el brote sudafricano es más grave no sólo porque ha habido muchos más infectados, sino porque ha aparecido en el corazón mismo de la pandemia de sida en el mundo.