Habrán sido 9 jornadas a lo largo de las cuales se han proyectado unas 150 películas. El Festival de cine fantástico de Sitges toca a su fin, o casi, porque el domingo se proyectarán diversas maratones de cine en las que se incluirán algunos de los largometrajes más destacados que se han visto en el certamen. Pero en este sábado, el universo Star Wars tendrá un protagonismo especial con la proyección de El retorno del Jedi.

Será en la sesión sorpresa y en colaboración con Phenomena —asociación dedicada a recuperar sesiones de clásicos de los 70, 80 y 90—. Una fiesta para los innumerables fans de la saga galáctica creada por George Lucas, que conmemorará el 30 aniversario del estreno de este episodio VI. Se exhibirá con la copia restaurada de 1997 y en 35 milímetros, en versión original doblada al castellano.

El largometraje de clausura será The Sacarament, de Ti West, un director que se está labrando poco a poco una reputación entre los aficionados al género.

Después de tratar temáticas como el de los lugares encantados o los cultos al diablo, Ti West con The Sacrament fija ahora su mirada a el mundo no menos inquietante y tenebroso de las sectas. Será por la mañana cuando se de a conocer el palmarés de esta edición número 46 del certamen, y en la sesión de gala de la clausura, que tendrá lugar por la tarde, cuando se entreguen los premios.

En esta última jornada oficial se contará con la presencia del incombustible y prolífico director japonés Takashi Miike, y también se le otorgará el galardón honorífico La Máquina del Tiempo al director finlandés Renny Harlin, célebre por títulos como La jungla de cristal 2, La isla de las cabezas cortadas o Memoria letal.

Entre lo más destacado también estará la proyección de Haunter, del canadiense Vincenzo Natali —cuya película de culto Cube fue la que ganó en Sitges hace 15 años—; así como The Wind Rises, la nueva obra del mítico realizador de animación japonés Hayao Miyazaki y con la que, según ha anunciado públicamente, también piensa retirarse definitivamente. Una jubilación anticipada para desesperación de su multitud de admiradores.