El nuevo Plan de Residuos de Mallorca prevé reducir un 10 por ciento la generación de basura por habitante

El documento apuesta por la importación "temporal y transitoria" de combustible y por la creación de nuevas tarifas específicas

El nuevo Plan Director Sectorial de Residuos de Mallorca establece como uno de sus objetivos principales una reducción del 10 por ciento de la generación de basura por habitante para el año 2017, por lo que tampoco se prevé construir nuevas instalaciones en la isla, sino optar por un "mejor funcionamiento y eficiencia" de las existentes.

La consellera de Medio Ambiente, Catalina Soler, y el director insular de Residuos, Antoni Serra, han presentado este jueves el contenido del borrador del plan, que tendrá de vigencia hasta el 2020, y que se espera que pueda aprobarse inicialmente en el Pleno del Consell de Mallorca en el plazo de uno o dos meses. A partir de este momento se abrirá un plazo de alegaciones de tres meses.

"Se trata de apostar por el crecimiento económico, pero que tenga que ver con la contención de la producción de residuos, no por la expansión, tal y como establecían los planes anteriores", ha precisado la consellera, quien ha explicado que ello implicará, a su vez, poder adelantar el cierre de los hornos 1 y 2 de la incineradora de Son Reus, en lugar de en el año 2025 como estaba planteado.

De este modo, Soler ha señalado que el estudio económico incluido en el documento "contempla que la tarifa se pueda prácticamente congelar hasta el 2017, si bien después podría subir un poco".

La consellera ha señalado que el proyecto cuenta con el consenso de los grupos políticos de la institución insular y entidades ecologistas en la mayoría de propuestas que recoge el texto, si bien, ha admitido que no hay acuerdo en el punto que hace referencia a la apuesta del Consell de Mallorca por la importación de combustible, que será "temporal y transitoria", ha aclarado.

Otra de las novedades del futuro Plan Director es la creación de tarifas específicas para los residuos cárnicos o lodos, y también para los residuos orgánicos recogidos selectivamente, con una estimación de coste de 60 euros por tonelada a partir del 2017.

El texto contempla las nuevas definiciones -previstas por la normativa nacional- de residuos domésticos y comerciales e industriales (en lugar de residuos municipales). Estos últimos tienen que ver con los desechos orgánicos que se derivan de las diversas actividades industriales (madera, plástico, envases...) y que podrán ser gestionados por las propias empresas que los generan.

Conseguir el objetivo de alcanzar el 55%

De residuos orgánicos

El nuevo Plan de Residuos de Mallorca pretende conseguir, como objetivos de recogida selectiva de residuos domésticos que llevan a cabo los Ayuntamientos de la isla, un 68% del total de toneladas de papel generadas, un 68% de vidrio, un 28% en el caso de los envases ligeros y un 55% de la fracción orgánica de los residuos municipales.

Además, se plantea el tratamiento para reutilizar, reciclar u otra forma de valorizar del 70% (en peso) de los residuos de construcción y demolición generados, excluidos los materiales en estado natural.

También se contempla la separación controlada del 100% de los residuos peligrosos contenidos en los residuos de construcción, demolición o voluminoso que entren en el sistema.

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