El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha asegurado que la región está en la "posición necesaria" para abordar la recuperación el próximo año, y ha destacado que en la actualidad se percibe ya esa "inflexión".

Lo ha dicho así durante su participación en el Foro Cantabria de la Cadena Ser, donde, después de repasar las medidas puestas en marcha en el marco del "buen gobierno" y la situación económica, ha expuesto la "realidad" en que se encuentra la Comunidad Autónoma y ha lanzado también un mensaje de "optimismo".

Tras aludir a datos "duros" y "crudos", como la caída del 7% del PIB regional o del 10% de los puestos de trabajo de la región desde el inicio de la crisis, que se traducen en más de mil millones de euros y unos 22.000 empleos perdidos, se aprecian ya "signos" de la "nueva etapa" de la recuperación.

En su intervención, Diego ha aludido a las políticas y medidas desarrolladas por su Ejecutivo, como la austeridad o la rendición de cuentas " real y efectiva" ante los ciudadanos, que se enmarcan dentro de los principios del "buen gobierno" puesto en marcha y que ha permitido reducir altos cargos y empresas, o el número de diputados hasta 35, el mínimo legal permitido sin reformar el Estatuto de Autonomía.

Pero, como ha avisado, si "mañana" llegara al Gobierno "otra coalición", -en alusión a PRC-PSOE- se volverían a crear altos cargos y a "resucitar" empresas públicas, lo que acarrearía "graves problemas" con el déficit y la sostenibilidad de los servicios públicos y que, precisamente, puso a la región "al borde de ser intervenida" hace un par de años.

Nuevo horizonte empresarial

En materia económica, el presidente se ha referido al desarrollo de distintas iniciativas para incentivar a empresas e industrias, como InverCantabria, la ley eólica, el programa Innpulsa, prestamos del BEI y el ICAF, o la oferta de suelo industrial "barato", que a su juicio reflejan la intención del Gobierno por "abrir un nuevo horizonte empresarial" que permita crear empleo, que es el "problema inmediato" de la región.

Así, ha destacado el apoyo de su Ejecutivo, para mantener el "vital tejido industrial" de la región, a empresas que son su "columna vertebral", y entre las que ha citado Nueva Montaña-Quijano, Nestlé, Sidenor, Altadis, Bridgestone o Solvay. También ha tenido que afrontar la situación en que se encontraban otras industrias por un "fracaso previo" de gestión, como Teka, Haulotte, GFB (en la actualidad Fermacell) Y B3 Cable (adjudicada a Südkabel).

En este sentido, Diego ha indicado que este "otoño" darán a conocer "nuevas ideas" para seguir apoyando la industria, que sigue siendo un "soporte vital" de la economía regional.

Tras recalcar que las industrias son "empresas privadas" y que el Gobierno "no gestiona las fábricas", ha apuntado que el papel de la Administración es "facilitar las cosas" y "allanar caminos".

Se ha referido también Ignacio Diego a "puntuales casos" como Sniace, que ha sido "muy mal gestionada" y que se ha saldado con la "intención" de la dirección de que la fábrica de Torrelavega fuera "cerrada". Pero, al margen de este caso, y teniendo en cuenta también que Cantabria "no es una isla en mitad del Atlántico" y se ve afectada por la crisis y la coyuntura económica, el presidente ha insistido en que existen "razones objetivas" para pensar en el cambio de tendencia y la recuperación.

Barbaridad y ofensa

Por otro lado, se ha referido a la solución "imaginativa" alcanzada por el Gobierno del PP para acabar las obras del Hospital Valdecilla mediante la fórmula de colaboración público-privada, ya que finalizar el centro sanitario es "esencial".

En este punto, el presidente ha rechazado las "declaraciones falsas" vertidas en torno al futuro de Valdecilla, cuyos servicios sanitarios van a seguir siendo "públicos mientras gobierne el PP", y ha censurado el "sabotaje jurídico" en el proceso para acabar las obras, en alusión a los recursos presentados contra el contrato, y que, a su juicio, obedece a que determinados sectores "ponen sus intereses políticos" -ha dicho- "por encima de la salud de los ciudadanos".

Diego tampoco ve "razonable" que la oposición, PRC y PSOE, critiquen al PP por no acabar las obras "en dos años", cuando ellos no las terminaron "en diez". Y tras afirmar que "todos queremos que se termine Valdecilla", ha planteado que las obras se podrían terminar en año y medio o "alargar" otros diez, lo que sería, además de una "barbaridad", una "ofensa" a los cántabros, a la que "nos oponemos", ha apostillado.

Más acuerdos y menos ruido

Diego ha admitido que a su llegada al Gobierno sabía que la tarea iba a ser "difícil", pero no "tan difícilísima" como ha resultado, y ha reflexionado que algunas medidas acordadas "nos han podido hacer más que populares, impopulares".

Con esto, ha aclarado que el PP ha "venido" al Gobierno a "cumplir con sus deberes", pero no "pensando en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones".

Y, para finalizar, Diego ha apelado a la necesidad de "llegar a una cultura política más consensuada", al menos en "determinados" temas, en "los más importantes". "Los ciudadanos quieren más acuerdos básicos y menos ruido político", ha concluido.