La Fiscalía reclama ocho años de prisión para el acusado de abusar sexualmente de una menor con retraso madurativo, tras llamarla en sucesivas ocasiones a su teléfono móvil, engañarla y hacerle subir a su vehículo para conducirla a un descampado en el que consumar los hechos. La acusación también solicita que la indemnice con 12.000 euros y se le prohíba comunicarse con ella a menos de 500 metros durante un periodo de diez años.

En concreto, el procesado, Marco Antonio C.C., será juzgado el próximo jueves, a partir de las 10.00 horas, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma.

El Ministerio Público relata en su escrito de calificación que fue a finales de 2012 cuando el reo entabló una relación con la menor, que entonces contaba con 14 años de edad, en un locutorio de la localidad de Manacor, donde le pidió su número de móvil a pesar de que ya desde el inicio le dijo los años que tenía y percatándose asimismo el acusado de la minusvalía psicológica de la niña.

A partir de ese encuentro, el inculpado llamó varias veces a la menor con el teléfono de un amigo, hasta que el padre de la afectada tuvo conocimiento de ello e instó al titular de la línea a que no se acercase a su hija puesto que se trataba de una niña. Lejos de desistir en su actitud y consciente de las instrucciones del progenitor, el acusado llamó al menos en dos ocasiones más a la menor para saludarle.

Tras ello, el 11 de noviembre, tras realizarle varias llamadas con número oculto, el acusado se acercó al domicilio de la perjudicada, quien se encontraba acompañada de su hermana gemela, y consiguió convencerla para que le acompañase en su vehículo con la intención de comprarle chucherías en el supermercado.

Sin embargo, una vez que la menor subió al turismo, prosigue la Fiscalía, el acusado cambió de itinerario y se dirigió a un descampado, a las afueras de Manacor, donde imperativamente instó a la niña a que se trasladara a la parte trasera del vehículo y comenzó a desvestirla, abusando sexualmente de ella. Tras ello, el inculpado advirtió a la menor de que no dijera nada a nadie y que al día siguiente la llamaría para quedar nuevamente con ella.

La Fiscalía destaca en su escrito que la afectada, quien sufrió diversas crisis de ansiedad tras los hechos, padece un retraso madurativo por el que su capacidad para tomar decisiones está limitada y su desarrollo evolutivo afectado. Además, también se encuentra limitada su capacidad para defenderse de las agresiones físicas, imposiciones, manipulaciones e inducciones, según apunta la acusación.