"Noté que la cama se movía, me asusté y pensé que alguien había entrado a robar en casa"

  • Los testimonios de los vecinos de las tierras del Ebro y del Sènia muestran su inquietud ante la sucesión de seísmos.
  • Los afectados reclaman responsabilidades por el proyector Castor, del que ya habían avisado.
  • "Sientes los temblores y no es para echarte a reir", explica uno de los pescadores de las Cases d'Alcanar.
  • "Es una cosa nueva para nosotros, que debemos dormir como liebres", relata un vecino de la población de Alcanar.
  • Los hay que se acuerdan del tsunami de Japón o del terremoto de Llorca.
  • A FONDO: ¿Seísmos naturales o por el gas?
Pescadores de les Cases d'Alcanar.
Pescadores de les Cases d'Alcanar.
JORDI MARSAL/ ACN
Pescadores de les Cases d'Alcanar.

Mario Sancho, vecino de las Cases d'Alcanar, confiesa que pasó miedo la noche del miércoles al jueves. No había notado los seísmos de los días anteriores. Pero esa madrugada fue diferente, porque el terremoto superó los 4 grados en la escala de Richter. "Me fui a tumbar para acomodarme mejor y noté que la cama se movía. Me asusté, levanté la cabeza y pensé que alguien había entrado a robar. Fue cómo si te menean la cama. Se paró, encendí la luz, miré por la casa y salí a la calle. Debía de ser la una y diez. Me acomodé y a la una y media noté un segundo temblor, pero más corto, no tan intenso", relata.

Desde su pequeña embarcación de pesca, en el puerto de las Cases, Julián Sancho, reconoce también la inquietud que se vive en la población, sobre todo, cuando los seísmos se hacen notar más. "Ha durado dos segundos: ha movido la cama y ha parado", recuerda. Tras la experiencia, asegura, le costó volver a conciliar el sueño. "Sientes el movimiento y no es para reirte. La gente está muy preocupada. Esto no puede ser. El daño ya está hecho. Esperamos que no pase de aquí", añade.

Los seísmos más fuertes han trastocado también a una capital de provincia, Tarragona.  "Fui a dormir a la una pero no podía conciliar el sueño y hacia la media sentí como un trueno, una explosión, que generó una vibración al fin y al cabo. Me desperté e intuí que era esto. Como fue fugaz y cuestión de segundos, al no haber réplica, me quedé quieto. Dos segundos. No se meneó la cama", recuerdaJordi Frías, que vive en la zona de la Arrabassada de Tarragona. Su hija, que vive en el barrio de Sant Pere i Sant Pau, también lo sintió.

Los testigos de vecinos de la zona del Montsià se multiplican al igual que el miedo y la incerteza por lo que hay detrás del proyector Castor. En las calles, en los bares, en las tiendas, es prácticamente el único tema de conversación. Y genera una profunda inquietud. "Los ánimos están algo movidos. Esta noche ha habido dos seísmos de más de fuerza, cuatro en media hora de diferencia. La gente se ha asustado. Unos no han sentido el primero, pero estaban hablando con gente que lo habían sentido y entonces, de golpe, han percibido el segundo. Y es muy significativo que hoy toda la gente mayor habla de los terremotos", detalla el portavoz de la Plataforma en Defensa de les Terres del Sènia, Evelio Monfort.

"La tierra ruge", pensó Carolina Chavalera, vecina de Alcanar, cuando al poco de la una de la madrugada notó un temblor. Dice que no pasó miedo, pero que tenía angustia. "No creo que pase lo de Llorca, pero algo de peligroso es. En les Cases d'Alcanar tienen temor por el tsunami. La gente no está informada", explica, aunque pide a sus vecinos que intenten "no exagerar mucho" cuando plasman sus sensaciones en las redes sociales para intentar alarmar lo mínimo posible a la gente mayor.

"Dormir como las liebres"

Al miedo que genera la situación, la mayoría de vecinos añaden la carencia de información sobre qué puede llegar a suceder y cómo actuar si se da el caso. "Lo peor es que aunque intentamos tranquilzar a la gente, que no se preocupe, que a más de 4,5 -grados- no llegará, cuando pasa tantas veces te dicen qué deben hacer y si se abrirán las casas. Ahora hay una intranquilidad ciudadana muy fuerte", asevera Monfort.

Agustí Alfara, vecino de Alcanar, se pregunta: "Es una cosa nueva para nosotros. No estamos preparados. Nadie nos ha dicho nada en el supuesto de que sea más fuerte. Sí que son de poca intensidad pero y, si viene uno gordo, ¿qué debemos hacer?". Y prosigue: "Es alarmante. Cada noche sientes un ruido, no sabes si es un terremoto u otra cosa. Debemos dormir como las liebres: con una oreja plantada y la otra atenta", se lamenta.

Pero, todos los afectados se hacen la misma pregunta: "Quiénes son los responsables? Deben salir", exige Alfara. "Ni el Ministerio ni la empresa nos han informado de nada, ni han dado explicaciones. Todo lo recibimos a través de las noticias, de terceros o cosas publicadas. Nadie se ha puesto en contacto con nosotros por darnos explicaciones. Estamos verdaderamente muy asustados. Nuestra población necesita información, saber qué debe hacer y como ha de actuar", reclama la primera teniente de alcalde, Mercè Fischer.

Esta carencia de respuestas ha llevado a los vecinos de Vinaròs a manifestarse, al igual que en otras poblaciones. Otro de los portavoces de la Plataforma en Defensa de les Terres del Sènia, Lluch Ulldemolins, se muestra conmovido por la movilización ciudadana: "Para nosotros es una pequeña victoria moral porque hace muchos años que luchamos contra esto y siempre hemos rechazado lo proyecto Castor".

"La lástima es que hayamos llegado a extremos como que tiemble la tierra para que la gente despierte algo su conciencia", añade Ulldemolins. Y es que, según este portavoz, "la situación es grave" y no están dispuestos a qué empeore si no se paraliza el depósito. "Tenemos la esperanza de que es factible que se pare y se está demostrando que esta estructura geológica no está preparada para soportar lo que estaba previsto que soportara", sentencia Ulldemolins.

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