Es joven (24 años), guapo y, sobre todo, miembro de The Wanted, uno de los grupos del momento. Este viernes tocan en Madrid, junto a otras boy band de éxito como la española Auryn, en el marco del Coca-Cola Music Experience.

¿Cómo se siente unas horas antes de tocar en Madrid?

Muy excitado por estar de nuevo en España. Será un concierto estupendo: los fans españoles están muy locos, y son capaces de convertir cada concierto en una experiencia única.

¿No es, más o menos, lo mismo en todos los países?

No. De verdad: en cada sitio es distinto. Definiría al público español como muy cálido, y realmente acogedor. España es uno de los sitios donde tenemos una mejor recepción.

¿Cómo prepara The Wanted un concierto?

Es una mezcla de trabajo ya realizado y de improvisación. Durante el espectáculo nos gusta preguntar a los fans qué les gustaría oir, para así meter alguna canción imprevista y hacer del concierto algo más particular. Pero antes de cada concierto, los miembros del grupo tenemos una reunión donde comentamos qué nos apetece más en ese momento. Un concierto es muy divertido, pero también algo serio y agotador... ¡Así que lo preparamos igual que un equipo de fútbol pepara un partido importante! Creo que ese es el espíritu: vivir cada concierto como una experiencia única, como si fuera el primero y el último al mismo tiempo.

¿Qué prefiere usted, grabar un disco o subirse a un escenario y presentarlo?

Intento disfrutar cada uno de los procesos, porque siendo muy distintos tienen mucha relación. Si quieres subir a un escenario y que la gente se entusiasme tienes que presentar algo bueno. Para hacer sentir a los otros algo con tu música, primero tienes que sentirlo tú mismo. Componer un disco es un trabajo de largo recorrido, que exige años: no es sólo componer o escribir las letras, sino también pensar con qué instrumentos se adecúa mejor cada canción... Probablemente, un concierto es algo más sentimental. Menos cerebral. Y, además, tienes una respuesta inmediata por parte de tus seguidores.

Imagino que, además, la experiencia es un grado.

Totalmente. Para hacer un buen concierto, es importante haber recorrido muchos escenarios, tocado ante públicos muy diferentes... Nosotros lo hemos hecho durante este tiempo, y se nota mucho. No nos podemos quejar, porque siempre hemos tenido una magnífica acogida, pero también hemos pasado por momentos de auténtica locura en un escenario, tanto por parte de los fans como nuestra. El público, el buen público, dispara tu talento, y eso es algo que se nota en lugares como España. De verdad, nos sentimos muy orgullosos y afortunados de volver a tocar en Madrid. España es un lugar diferente por cómo nos tratan en la radio, en la televisión.. Cada país es una especie de universo distinto, y el vuestro es mágico.

Cuando visitan un país, ¿tienen tiempo de hacer algo de turismo?

La verdad es que no... Hacer un espectáculo, prepararlo, es bastante engorroso. Al principio fantaseaba con que recorrería en profundidad Madrid o Barcelona, pero es complicado... Aunque se hace lo que se puede.

¿Qué hace cuando no trabaja?

Me gusta mucho cuidarme, y hago mucho deporte. Me gusta ir al gimnasio, juego al baloncesto y al béisbol... Pero también me encanta ir al cine.

En noviembre lanzan un nuevo disco, Word of Mouth. ¿Desvelarán muchas canciones en Madrid?

Sonará alguno de los primeros singles, seguro... Ya veréis: es un disco maravilloso, al que hemos dedicado mucho tiempo y en el que creo que se ve cómo el grupo ha crecido. Hemos vivido muchas cosas, hemos dejado otras atrás, incorporamos nuevos instrumentos y creo que el sonido es bastante diferente.

¿Qué música escucha? ¿Qué grupos le influyen más?

La música actual es muy excitante... Me encanta AM, el nuevo disco de Arctic Monkeys. Es muy íntimo, y creo que bastante diferente a sus anteriores trabajos... Pero también me fijo mucho en el pasado. Me encanta el soul, me encanta Cat Stevens, y por supuesto me apasionan muchas de las grabaciones de la Motown.

Tiene casi 900.000 seguidores en Twitter... ¿Cómo lleva que tanta gente esté pendiente de usted?

¡Con mucha sorpresa! La música ha cambiado: ya no sólo se trata de componer y cantar, sino también, me parece de tener una relación distinta con el público. Eso exige aprender muchas cosas, y también madurar... Cuando empecé con el grupo, hace cuatro años, mi familia me dijo que me lo tomara muy en serio. Y que no habría una segunda oportunidad: si la cosa no funcionaba tendría que dejarlo rápido y volver a centrarme, cuanto antes, en mis estudios. Honestamente... Creo que lo hemos conseguido.

¿Por qué? ¿Qué diferencia a The Wanted de los millones de grupos que se quedan en el camino?

La insistencia. El coraje. Y, para que algo explote de una forma tan fulminante... ¡La suerte! La música no es una ciencia exacta, y no siempre es justa. Pero sí exige mucho trabajo... ¡Si vieras nuestra agenda te asustarías! Es agotador, pero vale la pena. Por supuesto que vale la pena. Cuando nos plantemos delante de nuestros seguidores en Madrid nos volveremos a olvidar de todo y pensaremos: haríamos lo mismo. Lo haríamos un millón de veces más... ¡porque esto vale mucho la pena!