Estos medios se reparten en función del número de denuncias contra sus parejas, de las que se declaran maltratadas, y de las muertes. En menor medida, obedece a la población.
Pero ¿qué factores influyen para que Andalucía registre más víctimas y otras regiones no tengan ninguna? Los expertos rechazan que influya la formación o el estatus social y económico. El IAM lo achaca a que tenemos más población, aunque la segunda es Cataluña, y, con sólo 840.000 habitantes menos, registró la mitad de muertes.
Una cuestión cultural
Tampoco la psicóloga Mónica Cabanilla, que coordina desde el Colegio de Psicólogos los grupos de atención a mujeres en Andalucía oriental, da una versión diferente. «La violencia no se da más entre personas con poca formación. Tiene un origen cultural, en cómo se forma la identidad de género», asegura.
Ni siquiera es más habitual en el medio rural. En Galicia, donde hay predominio de la población en el campo, no ocurrió ninguna muerte.
Un dato llamativo es que la mayoría de las fallecidas en la comunidad el año pasado tenían entre 30 y 40 años, al igual que sus agresores, una generación que ha crecido con más libertades. Para la psicóloga, sólo hay un parámetro claro: las agresiones se producen a partir del tercer año de convivencia, «cuando cada uno va tomando cuotas de poder y permitiendo que las tomen».
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios