El jurado del crimen del botellódromo que juzga la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz desde el lunes por la muerte del menor Jairo Gómez, víctima de cuatro puñaladas en julio de 2012 en Jerez de la Frontera, recibirá este jueves el objeto del veredicto, retirándose a partir de ese momento para comenzar las deliberaciones.

Según han indicado a Europa Press fuentes del caso, la tercera jornada del juicio —celebrada a puerta cerrada tras los incidentes protagonizados por familiares y amigos de las dos partes el martes— ha culminado con la declaración de los últimos testigos, entre los que se encontraba la madre del fallecido, y la exposición de las pruebas periciales y las conclusiones.

Así, uno de los testigos, amigo del segundo procesado, Fernando M.R., acusado de un presunto delito de asesinato en calidad de "cooperador necesario" al facilitar presuntamente el arma homicida a Jaime D.R., ha explicado ante el tribunal que esa noche fue al botellódromo con Fernando y su novia, y que "no le vio participar en nada" durante la pelea.

De igual manera, en la vista han comparecido los agentes de la Policía Local que detuvieron al supuesto autor material de los hechos y han detallado que llegaron al lugar de la pelea "al ver el tumulto" y procedieron a la detención de Jaime D.R. cuando los jóvenes allí congregados empezaron a "señalarle", atendiendo éste a los agentes al "tercer aviso".

Respecto a las pruebas forenses, la defensa del principal imputado ha considerado que las periciales practicadas "les dan la razón" y "refuerzan" su tesis de que los cortes "superficiales" en el cuello, el brazo y en la mano "de un objeto cortante" de su cliente, acreditarían el que supuestamente su defendido "agarrase la navaja por la parte de la hoja para arrebatársela a Jairo cuando le atacaba".

Por su parte, la acusación entiende que las pruebas forenses "no dejan claro" quién de los dos implicados utilizó primero el arma blanca homicida, en la que se hallaron restos del ADN de la víctima y el presunto agresor pero no del segundo procesado.

En cuanto a las heridas del menor, forenses han precisado ante el juez que la puñalada mortal le llegó a "romper el esternón alcanzándole al corazón", mientras que otros dos "pinchazos" fueron a las costillas y el cuarto al hígado.